Tanto la motivación como la inspiración son poderosos elementos que pertenecen al maravilloso campo de los intangibles o en términos más sencillos al fantástico mundo de lo invisible; al igual que la intención, la voluntad, la actitud, los pensamientos, las ideas, los sentimientos, las intuiciones, las sonrisas, los sueños, entre otros; estos no solo canalizan la energía, sino que también la generan y la promueven; cada uno en las dimensiones específicas donde operan que a continuación pasamos a especificar.
MOTIVACION:
La motivación es el conjunto de factores internos y externos que nos conducen a la acción, define nuestro comportamiento, es la energía del movimiento, está ligada directamente con la actitud y la forma como concebimos la vida, por eso es fundamental que el grado de motivación que sostenemos no dependa tanto de los estímulos externos sino de nuestro propio autoconocimiento. La motivación externa es pasajera y dependiente; la motivación interna es sostenida y autónoma.
La motivación actúa más en el ámbito externo interactuando directamente con el ego; esa manifestación del yo, necesitado siempre de éxito, reconocimiento y resultados que lucha por prevalecer en el entorno donde se adapta y compite en función de los patrones sociales y culturales imperantes, como a los propios códigos biológicos, genéticos y atávicos que cada ser humano encierra.
Debemos preguntarnos frecuentemente que es lo que realmente nos motiva; muchas veces los factores de motivación están relacionados con la familia, los amigos, el trabajo o la sociedad; si bien; por ejemplo, la remuneración en el ámbito laboral es importante, el reconocimiento, conocido también como “salario espiritual” también lo es. Con el primero satisfacemos las necesidades primarias básicas; alimentación, vivienda y vestido; con el reconocimiento atendemos necesidades más trascendentes orientadas a la autorrealización.
Conocer los elementos que nos mueven a la acción es esencial para canalizar la energía productiva, manifestar nuestro potencial y obtener resultados satisfactorios; es cuando estamos motivamos cuando perfilamos la mejor versión de nosotros mismos, cuando corremos la milla extra, cuando encontramos la pasión que nos mueve hacia la excelencia.
Como queda dicho la motivación es importante, la automotivación es fundamental y es esta la que depende de ti, de profundizar en tu autoconocimiento y tener clara tu razón de ser. Se dice que no existe una mayor motivación que la necesidad y esto puede ser tan cierto desde la satisfacción de necesidades vitales como cobijarnos, comer o dormir hasta las necesidades más elevadas como ayudar, contribuir con la sociedad y trascender.
INSPIRACION:
La inspiración tiene su radio de acción en el interior, busca descubrir la esencia del ser, deja fluir la energía tratando de encontrar la armonía; carece de necesidades, pero disfruta plenamente del poder creativo y afectivo, alcanzando estados de paz, bienestar y equilibrio que podemos asociarlos con la felicidad.
La inspiración no compite; coopera y complementa, está al servicio del ser, buscando su esencia. La inspiración fluye del Espíritu Eterno al espíritu individualizado; estamos inspirados y plenos cuando conectamos con el Espíritu Superior, la Fuente, el número Uno; entonces el poder creativo emerge y expandimos toda nuestra capacidad, maximizamos nuestro potencial, atendemos nuestro componente invisible no manifestado, nos sintonizamos y vibramos en la misma frecuencia que lo hace el Universo.
La inspiración fluye y vibra con el ser esencial con el que conecta en términos de perfección; cuando estamos inspirados toda nuestra capacidad creativa aflora, somos capaces de componer música y poesía; de amar y perdonar, de manifestar nuestra libertad sin límites, de contemplar la naturaleza y apreciar el valor de la vida, de vernos reflejados en el prójimo con quien compartimos la misma presencia y la misma esencia.
En el mundo invisible, todo es energía, frecuencia y vibración; por eso nuestros pensamientos, los sentimientos y la palabra tienen poder. La automotivación requiere que te enfoques plenamente en los aspectos positivos y constructivos de tu ser; es con tu atención como sintonizas, conectas y fluyes; cuida tu mente, tu corazón y tu boca porque de ellas también emana la vida.
Estar inspirado es estar con el Espíritu, la fuente invisible generadora de vida y de todo cuanto existe; nuestra motivación presente para ascender y trascender vibrando en paz y armonía; confirmando que un auténtico sinónimo de inspiración es la iluminación, entendida esta, como el grado de sabiduría y perfección que nos conecta con la eternidad.