En el marco de los avances positivos del expediente del Sáhara a nivel internacional, Marruecos continúa cosechando importantes respaldos diplomáticos en Europa. Ayer, martes, Francia y Estonia reiteraron su firme apoyo a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara marroquí y al plan de autonomía presentado por Rabat en 2007 ante las Naciones Unidas, reconociéndolo como “la única vía seria, creíble y realista” para lograr una solución política duradera al diferendo regional.
Francia: Un aliado constante en la cuestión del Sáhara
En París, tras la reunión entre el ministro francés de Europa y Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, y su homólogo marroquí, Nasser Bourita, el Ministerio de Exteriores francés reafirmó que la posición de Francia sobre el Sáhara es “intangible”.
En un comunicado oficial, recordó la carta enviada el 30 de julio de 2024 por el presidente Emmanuel Macron al Rey Mohammed VI, en la que aseguraba que “el presente y el futuro del Sáhara Occidental se enmarcan en la soberanía marroquí”.
Además, Francia reiteró su apoyo “claro y constante” al plan de autonomía bajo soberanía marroquí, calificándolo como “la única base”para resolver este diferendo regional. El ministro Barrot subrayó el creciente consenso internacional en torno a esta propuesta, comprometiéndose a que Francia actúe en coherencia con esta postura, tanto en el ámbito nacional como internacional.
Asimismo, el Quai d’Orsay enfatizó su compromiso de acompañar los esfuerzos de Marruecos para desarrollar económica y socialmente sus Provincias del Sur, destacando la voluntad de París de seguir apoyando esta dinámica transformadora.
Estonia: Una voz emergente en el respaldo europeo
Mientras tanto, en Tallin, Margus Tsahkna, ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, expresó públicamente el respaldo de su país al plan de autonomía de Marruecos. Durante el primer viaje oficial de un jefe de la diplomacia marroquí a Estonia, Tsahkna calificó la iniciativa como “una base sólida, seria y creíble para una solución acordada entre las partes”.
Además, instó a otros gobiernos a sumarse a esta postura responsable, reconociendo el valor de la propuesta marroquí como una herramienta para la estabilidad y la paz en la región.
Un impulso internacional liderado por Marruecos
El apoyo de Francia y Estonia refleja la efectividad de la diplomacia marroquí liderada por el Rey Mohammed VI, quien ha consolidado la integridad territorial del Reino como un eje prioritario en la escena internacional. Este posicionamiento se alinea con la Resolución 2756 del Consejo de Seguridad de la ONU, que avala el plan de autonomía y reconoce el nuevo impulso político generado a su alrededor.
Más allá del ámbito político, estas manifestaciones de apoyo refuerzan la legitimidad de la iniciativa marroquí y consolidan el respaldo de aliados estratégicos europeos. Francia, como un socio histórico, y Estonia, como una voz emergente en Europa, coinciden en que el plan de autonomía es la clave para alcanzar una solución definitiva al conflicto del Sáhara.
Un modelo de autonomía ejemplar
El plan de autonomía presentado por Marruecos en 2007 ha sido ampliamente elogiado por la comunidad internacional debido a su enfoque innovador y su compromiso con la estabilidad regional. Este modelo no solo respeta la soberanía marroquí, sino que también ofrece una plataforma para garantizar la participación democrática y el desarrollo económico de las Provincias del Sur, beneficiando directamente a sus habitantes.
En un mundo donde las tensiones territoriales a menudo derivan en conflictos prolongados, Marruecos ha ofrecido una solución concreta y realista que prioriza la paz y la cooperación internacional. La postura de Francia y Estonia reafirma la importancia de esta propuesta como un ejemplo de resolución pacífica y colaboración mutua.
Con aliados comprometidos y una visión clara, Marruecos continúa liderando el camino hacia una solución definitiva que garantice no solo su soberanía, sino también la prosperidad y la estabilidad de toda la región.