El sustento de dicho dictamen ha sido contundente. El año 2023 APCI solo supervisó a 63 ONG de las 1779 registradas.
La comisión de Relaciones Exteriores del Congreso aprobó el martes 05 por aplastante mayoría (12 votos a favor y uno en contra) el dictamen de ley que propone fortalecer a la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) en su rol fiscalizador de las llamadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG), muchas de ellas verdaderos lavatorios de activos, evasoras de impuestos y herramienta ya no tan solapada para la captura de las instituciones públicas. Se espera que pronto sea considerada en la agenda del pleno y votada positivamente a fin que entre en vigor.
El sustento de dicho dictamen ha sido contundente. El año 2023 APCI solo supervisó a 63 ONG de las 1779 registradas.
Apenas el 15 % de las ONG que gestionan cooperación técnica internacional inscriben ante la APCI sus proyectos. El titular de la Comisión de RREE, Alejandro Aguinaga, dijo que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), en su informe de evaluación sectorial de riesgo y de lavado de activos, informó a la APCI de 195 operaciones sospechosas vinculadas a las organizaciones sin fines de lucro, ascendente a más de 2,000 millones de dólares. “El Perú se está convirtiendo en una suerte de paraíso fiscal”, añadió.
La oscuridad con la que actúan diversas ONG (exoneremos de esta lista con nombre propio a instituciones como Caritas, la Liga Peruana de Lucha Contra el Cáncer, SOS Aldeas Infantiles y otras de tarea social encomiable) clamaba por una norma de esta naturaleza. Se planteó al iniciarse el segundo gobierno de Alan García, vista la experiencia de captura del Estado por parte de quienes – sin partidos políticos ni representación ciudadana – rodearon al ex presidente Alejandro Toledo a través de esas plataformas con propósitos subalternos. García, hombre que solía ponerse por encima de enconos y venganzas, desactivó la iniciativa. Jamás calculó que – consolidada la influencia de algunas ONG en las instancias de justicia, seguridad interna y externa, salud, educación y más rubros – serían a la postre el gatillo de la trágica decisión de quitarse la vida.
Estás ONG siguieron haciendo de las suyas en las administraciones de Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y Francisco Sagasti (basta recordar que la titular del Consejo de Ministros de este último fue la doctora Violeta Bermúdez, rostro visible de la ONG feminista Manuela Ramos, quien ya había sido vice ministra en la gestión de Toledo). El brazo radical de Pedro Castillo, encarnado por el ahora prófugo de la justicia Vladimir Cerrón, les cortó las alas expectorándolas de diversas áreas estatales. Hoy vuelan bajo y cargadas de enorme desprestigio al verse reveladas sus perversas inequidades.
Enhorabuena que APCI sea robustecida para vigilar a las ONG mucho más cerca de lo que venía haciéndolo. Estoy convencido que saltarán muchos sapos y culebras no solo de las ONG activistas de la política, sino también de las que trafican con la ilusión del pueblo enriqueciendo los bolsillos de sus promotores.
Tomado de: https://www.expreso.com.pe/opinion/ong-fiscalizacion-ya/
