OPINIÓN/ APEC: grandes oportunidades para el Perú
Por: Aldo Lorenzzi Bolaños.
El Perú es sede, por tercera vez, de la cumbre del APEC 2024, en la cual, a lo largo del año, se han realizado una serie de reuniones que han permitido la participación de las principales economías del mundo, empresarios y otros agentes del mercado regional en diversas actividades.
Estos encuentros han facilitado consensos importantes que, sin duda, veremos reflejados en la fase final de la cumbre, programada para esta semana.
La propuesta de «crecer, incluir y empoderar» ha sido uno de los ejes principales de esta edición del APEC.
Hasta la fecha, se han realizado 15 reuniones de alto nivel entre diferentes delegaciones, emitido 10 declaraciones ministeriales y producido documentos de trabajo que abarcan temas como el empoderamiento económico de la mujer, la inclusión de personas con discapacidad, la salud inclusiva, las energías limpias, el turismo sostenible, la competitividad de las pymes, el comercio libre e inclusivo, la transición a la economía formal, la minería sostenible y las finanzas abiertas, entre otros temas de relevancia para la región.
Uno de los proyectos que despierta mayor interés tanto en el Perú como en otros países de la región es el megaproyecto del puerto de Chancay, que se perfila como el nuevo gran hub portuario de Sudamérica, lo cual ofrece grandes perspectivas de crecimiento para el país
A pesar de los avances y consensos logrados, esta semana se desarrollará la cumbre de líderes, en la que, además de la participación de los mandatarios, se contará con la presencia de los principales CEO de multinacionales y destacados empresarios, quienes buscarán oportunidades de inversión en el Perú. Esto representa una oportunidad significativa para el país, aunque algunos especialistas sostienen que el futuro de las inversiones en América Latina se orienta hacia el sur de la región.
Uno de los proyectos que despierta mayor interés tanto en el Perú como en otros países de la región es el megaproyecto del puerto de Chancay, que se perfila como el nuevo gran «hub» portuario de Sudamérica, lo cual ofrece grandes perspectivas de crecimiento para el país.
Es de esperar que la administración de Dina Boluarte tome medidas para crear un ambiente favorable a la inversión en el Perú. Para ello, será necesario replantear ciertas políticas públicas en áreas clave como la seguridad ciudadana, el desarrollo urbano en el norte del país, la implementación de sistemas de transporte masivo y, finalmente, garantizar elecciones transparentes que permitan a la futura administración dar continuidad a lo que este gobierno logre establecer.
Ya no queda tiempo para más conflictos o enfrentamientos entre la clase política y otros actores de nuestra compleja realidad. Debemos mirar hacia el 2026 con la meta de que este gobierno tenga como mayor logro dejar un camino hacia la estabilidad para quienes asuman el poder en el futuro. Esa debería ser la visión principal de la mandataria: que, tras el APEC, el Perú esté en mejores condiciones para aprovechar nuevas y mayores oportunidades.
El Perú es sede, por tercera vez, de la cumbre del APEC 2024, en la cual, a lo largo del año, se han realizado una serie de reuniones que han permitido la participación de las principales economías del mundo, empresarios y otros agentes del mercado regional en diversas actividades. Estos encuentros han facilitado consensos importantes que, sin duda, veremos reflejados en la fase final de la cumbre, programada para esta semana.
La propuesta de «crecer, incluir y empoderar» ha sido uno de los ejes principales de esta edición del APEC. Hasta la fecha, se han realizado 15 reuniones de alto nivel entre diferentes delegaciones, emitido 10 declaraciones ministeriales y producido documentos de trabajo que abarcan temas como el empoderamiento económico de la mujer, la inclusión de personas con discapacidad, la salud inclusiva, las energías limpias, el turismo sostenible, la competitividad de las pymes, el comercio libre e inclusivo, la transición a la economía formal, la minería sostenible y las finanzas abiertas, entre otros temas de relevancia para la región.
A pesar de los avances y consensos logrados, esta semana se desarrollará la cumbre de líderes, en la que, además de la participación de los mandatarios, se contará con la presencia de los principales CEO de multinacionales y destacados empresarios, quienes buscarán oportunidades de inversión en el Perú. Esto representa una oportunidad significativa para el país, aunque algunos especialistas sostienen que el futuro de las inversiones en América Latina se orienta hacia el sur de la región.
Uno de los proyectos que despierta mayor interés tanto en el Perú como en otros países de la región es el megaproyecto del puerto de Chancay, que se perfila como el nuevo gran «hub» portuario de Sudamérica, lo cual ofrece grandes perspectivas de crecimiento para el país.
Es de esperar que la administración de Dina Boluarte tome medidas para crear un ambiente favorable a la inversión en el Perú. Para ello, será necesario replantear ciertas políticas públicas en áreas clave como la seguridad ciudadana, el desarrollo urbano en el norte del país, la implementación de sistemas de transporte masivo y, finalmente, garantizar elecciones transparentes que permitan a la futura administración dar continuidad a lo que este gobierno logre establecer.
Ya no queda tiempo para más conflictos o enfrentamientos entre la clase política y otros actores de nuestra compleja realidad. Debemos mirar hacia el 2026 con la meta de que este gobierno tenga como mayor logro dejar un camino hacia la estabilidad para quienes asuman el poder en el futuro. Esa debería ser la visión principal de la mandataria: que, tras el APEC, el Perú esté en mejores condiciones para aprovechar nuevas y mayores oportunidades.