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OPINIÓN/ ¿Cómo salimos de ésta?

Escribe: Elmer Barrio de Mendoza

 

Un Ejecutivo y un Legislativo con un dígito de aprobación no son socialmente tolerables. Un poder judicial y, sobre todo, un ministerio público en el sótano del desprestigio, tampoco. Una Junta Nacional de Justicia dando agonizantes manotazos de ahogado y organismos electorales que no cuentan con la confianza del país, menos aun.

Al paro de los transportistas se sumaron los comerciantes. Quedó claro entonces que el clamor nacional por la seguridad ciudadana no era un invento de las encuestadoras y también se pudo advertir que es inevitable que esta demanda adopte forma en la protesta social.

Para quienes aún creen que la política sólo es la escena oficial y la institucionalidad establecida, el mensaje remitido  es (o debería ser) saludable.

Un Ejecutivo y un Legislativo con un dígito de aprobación no son socialmente tolerables. Un poder judicial y, sobre todo, un ministerio público en el sótano del desprestigio, tampoco. Una Junta Nacional de Justicia dando agonizantes manotazos de ahogado y organismos electorales que no cuentan con la confianza del país, menos aun. No necesitamos referirnos a otros entes autónomos prácticamente inexistentes en la percepción popular.

La perfecta expresión resumen para describir este cuadro es: ¡DESASTRE!

El riesgo que se viene

La protesta nace espontánea y no aguanta a 2026. No percatarse de que el principal riesgo es que se descontrole, o que sea objeto de infiltración, es demasiado necio.

Si a esto se agrega que el manejo de la hacienda pública está rayando en la irresponsabilidad (lo acaba de reiterar el Consejo Fiscal) y que el empleo no termina de recuperarse, las condiciones para la ebullición social están planteadas.

En esta circunstancia no es difícil mezclar demandas justas con otras que no necesariamente lo son. Y cuando existen grupos organizados vinculados a la criminalidad política, comenzando con el MOVADEF (versión transitoria de Sendero Luminoso), que está vivito y coleando, y con sus tontos útiles, una protesta, justa en el origen, puede degenerar en cualquier cosa.

La incompetencia del gobierno (en todos sus niveles) no permite esperar sentados a 2026. Se necesita actuar y actuar correctamente.

¿Qué es actuar correctamente?

La primera prioridad es brindar seguridad a la población. Un dato escasamente señalado es la necesidad de atacar la fuente y en la fuente está el lumpen informático. Primero por la violación de las comunicaciones y el acceso a la información de las personas y las empresas. La policía tiene identificados a muchos de los delincuentes informáticos y apenas los ataca, por complicidad, por corrupción o por negligencia. En pocos meses se podría dar golpes mortales a los delincuentes de alta tecnología. Pregúntele a El Español.

Este tipo de delincuencia no podría existir sin cómplices en las operadoras y en los bancos y otras entidades financieras.

Por otro lado, la Unidad de Inteligencia Financiera, que durante años dirigió el actual Superintendente de Banca, Seguros y AFP, dispone de abundantísima información sobre movimientos irregulares en el sistema. Su obligación es reportar cada operación cuestionable. Se trata de usar esa información para atacar el delito de enriquecimiento ilícito, de forma rápida y efectiva. Por supuesto priorizando los movimientos mayores. Basta establecer un mecanismo de coordinación funcional entre la SBS, la PNP, el Ministerio Público y el Poder Judicial y proteger específicamente a quienes estén a cargo. Así se logró detener y reducir a la mafia en Italia en la famosa operación Manos Limpias. No podemos dar ninguna concesión a quienes quieran igualar a los criminales con la ciudadanía.

Quienes violan cotidianamente la ley NO PUEDEN TENER LOS MISMOS DERECHOS QUE LOS CIUDADANOS QUE SÍ LA CUMPLEN.

¿Que se requiere prisiones adecuadas para detener la criminalidad atroz? Sin duda, pero no por eso debemos detenernos. Comencemos por exigir al INPE el padrón actualizado y los informes de conducta de cada uno de los presos.

De pronto necesitamos una ley que reduzca masivamente la población penal. No es posible que el 40% de la población penal no tenga condena. Diferenciar delitos o circunstancias específicas de los reos bajo prisión preventiva no debería ser difícil. Si se puede reducir a la mitad el porcentaje de reos  en cárcel sin sentencia habría espacio suficiente a corto plazo, mientras se construye nuevos establecimientos penales.

Pero igual es imprescindible tener un gobierno austero, que pueda hacer transferencias de partidas para incrementar la seguridad ciudadana. Hay que terminar con la farra fiscal.

Y también debemos promover la inversión para generar empleo y para potenciar nuestras ventajas comparativas. Aquí debe quedar claro que el país necesita tener líneas estratégicas de desarrollo sobre las que gestionar la presencia de la inversión extranjera. Un ejemplo, viene el Puerto de Chancay y con él un shock de inversión. Esto ha provocado que algunos agentes se movilicen contra la inversión china. Obviamente hay otras potencias y algún vecino que se sienten afectados por la presencia china en nuestro país. Nada de anormal tiene que se haya abierto una campaña para cuestionar dicha inversión.

Sobre esto una anotación que tiene que ver con hoy. Los pescadores artesanales del norte se han sumado, también, al paro y la causa que aducen es que la flota pesquera china está llevándose la pota de nuestro mar territorial.

La Marina de Guerra ha desmentido ampliamente que los barcos chinos estén ingresando a pescar en el Mar de Grau.

Sin embargo, la escasez de pota es un hecho y probablemente se parezca a un fenómeno similar que se produjo con el jurel en Chile, cuando la pesca en altamar de buques extranjeros afectó la presencia del pez en el mar territorial chileno. Determinado el hecho, se produjo una negociación internacional que puso límites a la pesca en altamar y que permitió recobrar la presencia del jurel en la zona económica exclusiva del mar chileno.

El gobierno no puede hacerse de la vista gorda, necesita tomar posición, negociar fuerte y apoyar, con base en información cierta, a los pescadores artesanales del norte.

Qué es lo posible

¿Dina Boluarte puede hacer todo esto, que no es mucho? Sí puede, nombrando a un primer ministro altamente respetado (Luis Carranza, por mencionar un nombre) y otorgarle plenos poderes para formar un gabinete de primer nivel en todos los sectores. No hay otro modo.

Si no lo hace, lo razonable es que convoque a elecciones lo antes posible y que renuncie. La otra es que sea objeto de vacancia más temprano que tarde. Si no, estará fomentando el estallido social. Y, de repente, esa es su misión, total fue elegida con Castillo ¿o no?

 

 

 

 

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