OPINIÓN/ Del puente a la mela
NO ATRACO
Escribe: Elmer Barrio de Mendoza
La Cultura de Rectificación no está en el libro de nadie. Sólo importa no parecer culpable, tener una excusa
El colapso del Puente de Chancay ha dado renovada vigencia al juego del Gran Bonetón y al célebre De Tin Marín. Norvial (la concesionaria) no fue, el MTC tampoco, OSITRAN menos. El puente se cayó (o se desplomó) porque tenía que caerse. Ahora sabemos, sin embargo, que desde 2019 había reportes técnicos alertando el riesgo inminente. También sabemos que mucho antes de eso se había abandonado el Sistema de Gestión de Puentes en el MTC e incluso antes se había borrado la Dirección Nacional de Puentes de su estructura orgánica. Pero nadie es responsable. Se cayó porque se cayó y punto. ¿Usted es ingeniera señorita? fue la maleducada respuesta del ministro a una periodista. ¡Cómo si cualquier ciudadano no tuviera derecho a exigir una explicación clara y el desastre sólo fuera un tema de ingenieros!
No insisto, no soy ingeniero, sólo soy un ciudadano y aunque los ciudadanos somos todos iguales en democracia, hay que lidiar con algunas víctimas de idiocia que lo ignoran. Intentaré convencer a uno de los grandes expertos en el tema, el ingeniero Pedro Isique, que escriba al respecto en Güik, de modo que todos podamos entender, porque Pedro sí sabe que, en democracia, todos somos iguales ante la ley y todos tenemos derecho a ser informados.
Sucede que también estamos asistiendo al asalto al Proyecto Legado por parte del gobierno de turno. Legado es uno de los mejores logros en materia de infraestructura deportiva, de formación de deportistas de alta competencia y de organización de eventos deportivos. Los waykis están desatados y deberíamos esperar que el Congreso haga algo que los detenga y que nos reconcilie con la eficacia en materia. Al menos, la congresista Diana Gonzales parece tenerla clara. Ojalá no me equivoque. Hay casi 200 millones de soles en juego y si alguien quiere “morder” de ese fondo, debemos aprender a decir: ¡Nicanor!
La inseguridad ciudadana sigue campeando y el ministro Santiváñez sigue fanfarroneando. Que los Basombrío y los Colchado sean peores (no lo sé, ciertamente) no es ninguna justificación.
Ninguno de los protagonistas (ni de los antagonistas) parece haber leído a Berry y Parasumaran. La Cultura de Rectificación no está en el libro de nadie. Sólo importa no parecer culpable, tener una excusa (buena o mala, no importa) o echarle la culpa a otro.
Así no vamos a ninguna parte.
En realidad, puentearon a la Dirección Nacional de Puentes no solo con el puente de Chancay sino con el puente de ingreso al nuevo aeropuerto. Los sacaron de la fiesta. A la Dirección General de Aviación Civil le hicieron el avión con la torre de control del nuevo Jorge Chávez y un accidente en la pista que dejó a bomberos fallecidos. A la Dirección General de Transporte Terrestre por permitir el uso de camiones convertidos en buses de turismo. Nadie sabe nada, ni asumir ni rectificar.
Tienes toda la razón Carlos