OPINIÓN/ Edmundo, María Corina y el carrusel emocional de Venezuela
(Deutsche Welle/ María Santacecilia).- Las expectativas de que el guion tomara un giro inesperado eran muy elevadas, pero la nueva toma de posesión de Nicolás Maduro el pasado 10 de enero dejó claro a los venezolanos que la película era la misma de siempre.
![]()
Hay decepción entre la ciudadanía venezolana al ver sus esperanzas de cambio frustradas el 10 de enero. ¿Qué opciones quedan ahora?
Las palabras de esperanza de Edmundo González Urrutia durante su gira por distintos países y el liderazgo emocional de María Corina Machado, apelando a las familias, a las madres y esposas de los militares venezolanos para que los instaran a hacer «lo correcto” hicieron creer a muchos que realmente iba a ocurrir algo que impidiera que Maduro asumiera su tercer mandato. No fue así.
¿Un plan frustrado?
«La estrategia que María Corina planteó para el 28 de julio estuvo muy bien pensada y funcionó. La gente le entregó su confianza, porque vimos una hoja de ruta que se ejecutó exitosamente”, dice a Deutsche Welle desde Caracas el analista Rory Branker.
El éxito de Machado a la hora de movilizar a la gente para que acudiera a votar y para organizar la salida de las actas electorales que demostraron el fraude de Maduro supuso un sólido aval para la opositora.
La gente creyó que las palabras de González Urrutia y la convocatoria de Machado para salir a las calles el día 9 de enero obedecían a un plan, cuyo objetivo era que Edmundo tomara posesión como presidente. Mucha gente sigue pensando que realmente existía, pero que no pudo llevarse a cabo.
«Algo pasó en esos planes, algo se frustró, alguien se echó atrás… Tal vez más adelante lo sabremos”, conjetura Rory Branker.
«No creo que María Corina hubiese hecho un llamado a la calle si no hubiese tenido un plan”, prosigue.
De la esperanza a la decepción
¿Fue una equivocación de María Corina Machado despertar tantas esperanzas sobre el 10 de enero entre los venezolanos? «Me parece un error colocarles fechas a los procesos políticos de cambio, porque son dinámicos e impredecibles, y hay muchas variables en juego”, dice a Deutsche Welle Andrés Cañizález, investigador en la Universidad Católica Andrés Bello.
Por otro lado, en un régimen que controla las instituciones y limita las libertades, una de las tareas de la oposición es insuflar esperanzas entre los ciudadanos. «Parte de lo que ocurre en muchos regímenes autoritarios es la estrategia de sembrar la desesperanza. Ante el 10 de enero, ¿cuál era el límite para no generar una expectativa en exceso que luego pudiera revertirse contra la propia oposición?”, se pregunta Andrés Cañizález, quien admite que, en estos días, reina en Venezuela un clima de «decepción” y «frustración”.
«Es un carrusel emocional lo que vive la sociedad venezolana”, subraya.
Capriles, López y Machado

