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OPINIÓN/ Javier González-Olaechea Franco presenta su libro en la USIL

Escribe: Alfredo Vignolo G. del V.

Alfredo Vignolo - Diario Expreso

 

El autor ofrece un tratamiento interdisciplinario, profundo y detallado del convenio para la correcta y equilibrada comprensión de las culturas ancestrales, del hábitat y de la utilización sostenible de los recursos naturales

En el Centro de Convenciones de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), este miércoles 20 de agosto a las 6:30 p.m. se presentará el libro “El Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales. Desafíos y oportunidades para su aplicación”, obra del excanciller Javier González-Olaechea Franco.

El libro es la esencia de la tesis doctoral en Ciencia Política y fundamenta y explica con detalles aquellos derechos políticos, económicos, sociales y culturales que, por su condición de ancestrales previos a los procesos de colonización, son amparados por el Convenio 169 de la OIT, un tratado jurídicamente vinculante que el gobierno de Fujimori ratificó en 1994.

El autor ofrece un tratamiento interdisciplinario, profundo y detallado del convenio para la correcta y equilibrada comprensión de las culturas ancestrales, del hábitat y de la utilización sostenible de los recursos naturales conforme al espíritu y letra del tratado internacional.  Hace aportes novedosos y sustantivos respecto al enfoque de derechos, la socialización de la política, a la interculturalidad y a la gestión de intereses.

 Así, González-Olaechea identifica todos los componentes de los pueblos indígenas y tribales y los sistematiza para que los países, sus instituciones oficiales y sus sociedades sean conscientes y tengan orgullo de la riqueza que albergan; pretendiendo que cualquier persona pueda introducirse en esta tantas veces negada realidad y nos permita conocernos más y mejor, toda vez que los peruanos somos una maravillosa mixtura entre nuestro pasado ancestral y la hispanidad.

A lo largo del texto encontramos la historia que precede al convenio, todos los tratados y convenciones con los que se relacione e incluso documentos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Por el contenido del libro resulta evidente que tiene una vocación global.  Existen pueblos indígenas en más de 70 países y allí se hablan más de 3,500 lenguas, nada menos y nuestro país es uno de ellos. Como el excanciller enfatiza, las condiciones de vida de los pueblos indígenas continúan muy por debajo del promedio nacional.

El prólogo del libro estuvo a cargo de Hernando de Soto. Prefiero citarlo: “…pocas veces encontramos personas con las que, compartimos ideales, principios y una visión común sobre los problemas del mundo. Este es el caso de Javier González-Olaechea Franco, con quien hemos coincidido en la enorme preocupación que nos merece el futuro de los pueblos indígenas y tribales del Perú, históricamente excluidos de las instituciones legales y del sistema económico oficial del país” y agrega “La obra llega en el momento preciso en que los pueblos indígenas y tribales del Perú enfrentan una enorme presión de los Estados y de las empresas por los recursos naturales existentes en sus territorios. Uno de muchos ejemplos sobre este tema es el de los conflictos originados por la superposición de territorios indígenas y concesiones mineras, gasíferas y petrolíferas, situación que es frecuente no solo en el Perú, sino en Sudamérica”.

Por justicia resalto que Javier González-Olaechea nos ofrece un extenso y exhaustivo trabajo que comenzó durante los cuatro años del doctorado en Ciencia Política dedicados a preparar y sustentar su tesis doctoral y que mereció la calificación de excelencia académica. Después le dedicó otros tantos a convertir su tesis en el libro.

El último capítulo ofrece un novedoso modelo de gestión de la consulta previa aplicable a cualquier país sustentado en la veracidad y en el tratamiento metodológico. Le otorga extrema importancia a la prevención de los conflictos por cuanto implican el hábitat y el uso responsable de los recursos naturales.

La reflexión final del libro lo condensa todo: “El día en que los pueblos indígenas, allí donde se encuentran, sean plenamente reconocidos y amparados en sus cosmovisiones, creencias, usos y costumbres, cuando las tierras que habitan y las aguas que cursan sus territorios ancestrales se aprecien de tal forma que su afectación sea la de todos, la civilización humana podrá con justicia así llamarse.” Debemos felicitarnos por este aporte peruano e inspirado, claramente, en nuestro país por un verdadero patriota de corazón.

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