OPINIÓN/ La paradoja del Plan de Emergencia: ¿pueden los responsables de la crisis liderar la reforma del sistema aeronáutico peruano?
Escribe: Alexandre Ridoutt Agnoli
El Congreso ha dado un primer paso. Pero el siguiente, y más importante, es garantizar que esta emergencia no sea usada como pretexto para perpetuar el modelo fallido que nos trajo hasta aquí.
El Congreso de la República acaba de aprobar la Ley N.º 32407, que modifica la Ley de Aeronáutica Civil del Perú y crea un ambicioso “Plan Estratégico Institucional de Emergencia para la regulación, modernización, reestructuración, seguridad y vigilancia del sistema aeroportuario a nivel nacional” con la promesa de regular, modernizar, reestructurar, asegurar y vigilar el sistema aeroportuario nacional.
A primera vista, podría parecer una buena noticia. Sin embargo, la pregunta esencial es esta: ¿puede un sistema reformarse eficazmente si quienes lo condujeron a la crisis actual siguen al mando del timón?
Una crisis anunciada
La aviación civil peruana no está atravesando una turbulencia pasajera, sino una crisis estructural y multidimensional. La falta de planificación técnica, la captura regulatoria, el debilitamiento progresivo de la autoridad aeronáutica (DGAC) y el desinterés estatal por la infraestructura aeroportuaria pública han generado:
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Inseguridad operacional en aeropuertos concesionados y no concesionados.
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Sobrecarga de controladores aéreos, con riesgos crecientes no auditados.
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Omisión de validaciones técnicas en proyectos como Chinchero y la nueva terminal, pista de aterrizaje y taxeo del Jorge Chávez.
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Un cuerpo de inspectores aeronáuticos claramente insuficiente para cubrir la demanda operativa y fiscalizadora de la DGAC a nivel nacional, limitando gravemente su capacidad de supervisión efectiva.