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OPINIÓN/ ¡Nos preocupa!

Escribe: César David Gallo Lale

Tte. Gral. FAP (r)

el abuso que ejerce el Sindicato de Controladores Aéreos es enorme y podría poner en riesgo en cualquier momento la continuidad de las operaciones aéreas en el Perú, perjudicando enormemente a todos los pasajeros, usuarios y a las compañías de aviación que operan diariamente,

Estando a muy corto plazo, el 29 de Enero del 2025, el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez iniciará sus operaciones con el flamante nuevo terminal de pasajeros, aunado a la nueva pista y nueva torre de control que después de algunos incidentes ocurridos ya superados operarán nuevamente. Sin embargo, nos preocupa que a pesar de estos avances en la infraestructura aeroportuaria en la capital, aun pensamos que el Sindicato de Controladores Aéreos de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (CORPAC), funciona como una isla, y ejerce control sobre los Directivos de la Corporación sin mayor problema.

Así pues, pareciera que no existe voluntad política por parte del Ministro del Sector ni del Congreso como órgano responsable de legislar a favor de todos los peruanos para que este Servicio Público Esencial tan importante y vital para el país y la Aviación Comercial en el Perú, pueda funcionar de manera eficiente, ya que los Controladores Aéreos dejan de operar y hacen huelga cuando ellos así lo consideran conveniente, sin tener en cuenta que su función es permanente al servicio de los usuarios y comunidad nacional e internacional.

Como sabemos, el Estado reconoce, mediante el Artículo 28 de la Constitución, los derechos de sindicalización, negociación colectiva y huelga. Cautela su ejercicio democrático: 1ro. Garantizando la libertad sindical, 2do. Fomentando la negociación colectiva y promueve formas de solución pacifica de los conflictos laborales y 3ro. Regulando el derecho de huelga para que se ejerza en armonía con el interés social. Señala además sus excepciones y limitaciones.

Por otro lado en el Artículo 42 reconoce los derechos de sindicalización y huelga de los Servidores Públicos y no están comprendidos los Funcionarios del Estado con Poder de Decisión y los que desempeñan Cargos de Confianza o de Dirección, así como los miembros de las FFAA y la PNP.

Sin embargo, el abuso que ejerce el Sindicato de Controladores Aéreos es enorme y podría poner en riesgo en cualquier momento la continuidad de las operaciones aéreas en el Perú, perjudicando enormemente a todos los pasajeros, usuarios y a las compañías de aviación que operan diariamente, además de la inseguridad y caos nacional y mundial que crearían.

Así, vemos que se ha convertido en una práctica común la ya famosa “Huelga Blanca” que consiste en las demoras intencionales que se realizan en diferentes fases del vuelo como son el rodaje, intervalos de separación para los despegues, aproximaciones, aterrizajes y tiempos de separación de las aeronaves para ingresar al espacio aéreo del territorio nacional, lo cual representa un altísimo costo, es decir 5 a 10 minutos de demora en cada vuelo o fase es una fortuna de pérdidas cada año, además, ellos determinan anualmente las nuevas plazas para personal especializado que se abren, limitándolas en cupos para poder repartirse las horas extras entre ellos mismos y otros aspectos más.

Lo importante es entonces, encontrar y darle solución al problema mediante la realización de un “Control de Daños” cuando el Sindicato de Controladores Aéreos de CORPAC hace uso de su derecho a la huelga para alcanzar sus demandas. En este sentido, el gobierno tiene la facultad de declarar en “Emergencia” a este sector cuando paralice sus actividades en los diferentes aeropuertos, aplicar el plan de Servicio Público Estratégico de Transporte Aéreo Nacional en las diversas áreas aéreas de control en los diferentes aeropuertos. Es decir el gobierno podría aplicar el plan al Servicio Público Estratégico de Transporte Aéreo Nacional (SPETAN), antiguamente ejercido por la Fuerza Aérea del Perú a través de los Controladores Aéreos de las torres de Control Militar, quienes en todo momento se mantienen en escucha y actúan en diferentes frecuencias de comunicaciones que las que usan los controladores aéreos civiles y controlan las actividades aéreas de todas las aeronaves de la Aviación Militar.

Como se sabe la Fuerza Aérea cuenta con personal altamente calificado en Tráfico Aéreo Militar, Operadores de Radar, Satélite, Meteorología, Contra Incendio, Rescate etc. Este plan debió reactivarse hace tiempo, seleccionar el personal por especialidad, iniciar los cursos respectivos y ser habilitados con Licencia DGAC, entrenarlos y además de dominen inglés Aeronáutico, a fin de que puedan operar de ser necesario las diferentes áreas de control en caso estos paralicen por cualquier motivo, ¡Pero no!, no hay nada al respecto.

Si a todo a esto sumamos el abandono de CORPAC a la infraestructura y servicios de todos los aeropuertos y aeródromos del país, además de la falta de supervisión de los aeropuertos concesionados por parte del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (OSITRAN), con autonomía administrativa y adscrito a la presidencia del Consejo de Ministros, vemos que en este caso, no tiene autoridad para fiscalizar lo que concesiona, quizás por la corrupción en la redacción de los contratos, pues no existe otra causa.

A este paso entonces, todo se tendría que privatizar en el país y pasaríamos del abuso, corrupción e ineficiencia pública, al orden y a la eficiencia de la empresa privada.

¿Qué intereses hay detrás de todo esto? ¿Queremos recuperar nuestra posición con este Nuevo Aeropuerto Internacional, es decir ser el Centro de Conexiones de la región (HUB)?

No podemos llegar a tener un nuevo Gran Aeropuerto Internacional con esta gran debilidad que en cualquier momento puede fallar nuevamente. ¡Estamos Advertidos!

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