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OPINIÓN/ OCDE

Por Antero Flores-Araoz

En el año 1961 se fundó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sede en Francia, de la que formarían parte los países comprometidos con los principios democráticos, la economía de mercado y el desarrollo sostenible.

La misión de la OCDE es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo, cuyos miembros comparten lineamientos básicos en materia de política económica, de democracia plural y respeto a los derechos humanos, lo que ha sido expresamente reconocido por el Perú en el Decreto Supremo N° 041-2023-PCM,

El 26 de noviembre del 2012 nuestro país expresó formalmente su interés de ser admitido en la OCDE como miembro pleno y, el año 2021 se inicia el proceso para la admisión estableciendo el Decreto Supremo antes aludido una Comisión Multisectorial Permanente para el seguimiento y supervisión del proceso de admisión a OCDE.

Recurrentemente los sectores económicos, tanto públicos como privados, inquieren sobre la conveniencia de participar en la OCDE o no, ya que muchos ven el crecimiento de nuestras exportaciones, de nuestra balanza comercial e incluso del crecimiento del país, sin haber requerido ingresar a OCDE.

Empero, luego de los respectivos análisis siempre se llega a la conclusión de que es conveniente para el Perú pertenecer como miembro pleno a tal organismo, pues nos otorga credibilidad internacional y participar en un organismo y foro de países de primer nivel económico, rodearnos con las economías de las más avanzadas del universo y por ello la seguridad de seguir creciendo, siendo receptores de inversiones foráneas, que sienten que por pertenecer a OCDE, tales inversiones gozan de mayor protección y garantías.

Ser miembro de OCDE no es gratuito ni solo honor, pues se debe cumplir con requisitos duros en el manejo de políticas públicas, especialmente las fiscales, acciones contra la evasión tributaria, buen gobierno corporativo, protección ambiental, políticas anticorrupción, así como equilibrio fiscal, entre otros muchos requisitos como la transparencia en el manejo eficiente, serio y profesional de los recursos del Estado.

Como se puede observar y también acreditar, hay reglas que cumplir y mostrar su cumplimiento, insistiendo en que para formar parte de OCDE, hay que hacer ardua tarea que desde el lado del Perú en la práctica es el ejercicio del compliance y desde el otro lado la due diligence.

Como, para la decisión de incorporación de nuevos miembros se requiere el voto unánime de los países que ya integran OCDE, es preciso mostrar ánimo de buen comportamiento y actuar fuera de los populismos que tanto daño hacen en lo interno en las relaciones con los demás Estados que pertenecen a la Organización a la que nos estamos adscribiendo.

Si se quieren objetivos altos y de calidad, pues hay que trabajarlos, lo que nos hace rememorar nuevamente la frase de un excelente ministro de Economía y Finanzas, como fue Carlos Boloña Behr y que se hizo famosa: “No hay lonche gratis”.

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