el Vaticano no solo es el centro de la religión católica, es también un Estado, con todo el significado que ambas condiciones le otorgan en su rica y milenaria historia.
La muerte de Francisco abre un gran signo de interrogación con relación al futuro de la Iglesia católica. El cardenal argentino jesuita Jorge Mario Bergoglio Sívori, quien fuese elegido papa en marzo de 2013, deja un legado importante para una religión que la profesan cerca de ¡1,400 millones de personas en el mundo! Un papa polémico para algunos y venerado por otros. Un pontífice con luces y sombras, uno que tuvo la valentía de enfrentarse abiertamente a la extrema vileza de la pederastia de malos sacerdotes y que también fue acusado de ser abiertamente complaciente con algunos regímenes totalitarios, de izquierda principalmente.
Hombre sencillo y carismático, nos visitó en enero de 2018, dejando una profunda huella en un pueblo que se volcó masivamente a las calles para recibirlo con genuino cariño y devoción cristiana.
Heredero directo del trono que ocupara un reputado teólogo como Benedicto XVI, el que, renunciando al papado en marzo de 2013, se convirtió en uno de los muy pocos papas eméritos que registra la historia… hasta su muerte en diciembre de 2022, y del inolvidable San Juan Pablo II (fallecido en 2005, luego de 26 años de papado), importante figura del Vaticano que revolucionó la Iglesia con su dinámico y apasionado liderazgo en una época de trascendentales cambios políticos; Francisco, un progresista moderado, absurdamente acusado por grupos ultraconservadores (más bien ultramontanos) de hasta “comunista” (sic), nombró a varios príncipes de la Iglesia durante su mandato de 12 años, algo relevante de cara al cónclave que comenzará en Roma a partir del 7 de mayo y que durará hasta que salga el tradicional humo blanco que nos permitirá conocer al nuevo vicario de Cristo.
Entre los voceados se encuentran cardenales que van desde un sosegado conservadurismo hasta una suerte de cauto progresismo; en todo caso, el nuevo pontífice deberá ser alguien que pueda conciliar las diferentes tendencias al interior de una de las instituciones más antiguas y respetadas de la humanidad.
No olvidemos que el Vaticano no solo es el centro de la religión católica, es también un Estado, con todo el significado que ambas condiciones le otorgan en su rica y milenaria historia.
¿Quiénes se vocean para esta elección, en la que 135 cardenales de todo el mundo elegirán entre sus pares quién será el nuevo papa?
El italiano Pietro Parolin, de 70 años, muy orientado a priorizar la diplomacia y que fuera mano derecha de Francisco. El moderado filipino Luis Antonio Gokim Tagle, de 67 años. Desde África, dos conservadores: el congoleño Fridolin Ambongo Besungu, de 65 años, y el ghanés Peter Kodwo Appiah Turkson, de 76 años. El también conservador, el húngaro Peter Erdo, de 72 años, y finalmente el italiano Mateo Zuppi, de 69 años, de pronto el más parecido a Francisco.
¿Saldrá de alguno de ellos el sucesor de Simón Pedro?… Pronto lo sabremos.