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OPINIÓN/ ¿Somos libres, seámoslo siempre?

Escribe: César David Gallo Lale


Teniente General FAP

 

Así reza y empieza la letra de nuestro himno patrio, quizás el más hermoso del mundo, pero parece que los poderes ejecutivo, legislativo, judicial y muchas entidades del Estado lo han olvidado, junto con su verdadero significado.

El pueblo peruano es emprendedor, trabajador y resistente a todo sacrificio, ¡Pero ya no es libre! La inseguridad ciudadana desbordada y la informalidad vigente someten a nuestra sociedad a un futuro sin esperanzas de cambio. Cada día se evidencian pruebas irrefutables del caos en todos los ámbitos. La corrupción y la injusticia campean en la política, en el Congreso, en todos los órganos de justicia y en la mayoría de las entidades estatales, incluyendo a las Fuerzas del Orden, encargadas de combatir a las bandas y mafias criminales nacionales y extranjeras, vinculadas al narcotráfico, minería ilegal, trata de personas, sicariato y secuestro entre otros delitos, que han desatado la criminalidad asesina, la extorsión, el rapto de personas etc., que amenazan permanentemente y sin tregua, nuestra vida cotidiana.

Y es que, para que el Perú vuelva a ser libre, solo necesita que exista lo más elemental: respeto por la vida, libertad de expresión (No medios de información prostituidos), igualdad ante la Ley para todos, respeto de la propiedad privada y unidad nacional. Todos estos principios, se han venido desvaneciendo y hemos dejado de ser libres. Las consecuencias las vemos a diario, con el agravante de que estamos enfrentando el proceso electoral 2026-2030, que debería prometer un cambio radical para que ¡Seamos libres siempre!

La “corrupción antidemocrática” opera utilizando reglas legales pero inmorales. La regla de la mayoría suele ser vista como sinónimo de legitimidad, Pero, ¿qué ocurre cuando esa mayoría es manipulada comprada o desinformada con psicosociales o prensa falaz como lo es en el Perú? Lo que debería garantizar justicia, es hoy un mecanismo perverso que legitima los abusos del poder bajo el disfraz de la legalidad. Ese es el peligro más grave para un país, pues si está dominado por mafias, intereses privados corruptos y peor aún por ideologías foráneas, la democracia se vuelve una fachada. La corrupción no se oculta, se legisla y todos la aceptan. Así, al controlar grupos parlamentarios, los grupos de poder imponen leyes reparten contratos y hasta designan funcionarios a su conveniencia.

“Cuando el poder legisla para sí mismo, la ley deja de ser justicia” dijo el (Barón de Montesquieu). Así, la democracia existe sin escuchar las necesidades del pueblo. Quien controla los medios controla las mentes y la voluntad popular. La ciudadanía, a su vez, no sabe quién financia sus candidatos y qué intereses hay detrás de cada voto. Entonces la democracia que es el Gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo, no existe y menos aún la posibilidad de ser verdaderamente libres.

En este contexto, observamos como Colombia en medio de su propio caos político y gubernamental, mira hacia el Perú y aprovecha para plantear un reclamo indebido de territorio soberano en Loreto (Amazonia peruana) Lo hace para desviar sus problemas internos y sembrar una crisis internacional. Gracias a Dios, a pesar de sus graves problemas internos, el Perú sigue siendo un país estable, por su ubicación geoestratégica, sus múltiples riquezas y su sólida economía, fruto de la independencia y autonomía de nuestro Banco Central de Reserva. 

Hay tantas cosas por cambiar para revertir esta situación que degrada nuestra democracia, y que todos sabemos que están al alcance del gobierno; solo hay que tomar la decisión y tener el coraje de hacerlo. Respecto a la controversia territorial generada por Colombia, la prudencia y cautela en las recomendaciones y decisiones de nuestra cancillería y posición del gobierno es indispensable. El mundo debe saber las amañadas intenciones del “terrorista presidente” Gustavo Petro, al distraer y pretender ocultar con este falso tema la situación interna de su gobierno.     

¡ESTAMOS ADVERTIDOS!

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