Sin embargo seguimos de pie, no estaremos corriendo, ni siquiera caminando ligero, en realidad estamos arrastrando los pies, pero seguimos parados, con fe y con expectativas latentes.
Las siete plagas nacionales e internacionales nos cayeron: Crisis política (golpe de estado),crisis social (conflictos y violencia), crisis ambiental (niño), crisis económica (inflacion y bajo crecimiento nacional e internacional), crisis geopolítica (guerra Rusia-Ucrania), crisis moral (corrupción) y crisis ideológica (la postverdad de la izquierda).
Tremendo coctel molotov, capaz de incendiar y destruir el presente y futuro de la patria, más aún si consideramos la supuesta débil institucionalidad.
Sin embargo seguimos de pie, no estaremos corriendo, ni siquiera caminando ligero, en realidad estamos arrastrando los pies, pero seguimos parados, con fe y con expectativas latentes.
Cómo estará el mundo y el barrio latinoamericano que gracias al marco constitucional, seguimos pese a las siete plagas, con crecimiento proyectado por encima de la media global y del barrio, así como inflación, endeudamiento, déficit, términos de intercambio, estabilidad de la moneda, etc. mejor que la mayoría de países del primer mundo.
El objetivo de corto plazo pasa por recuperar la confianza de los inversionistas nacionales e internacionales, sin los cuales no hay inversión, empleo, crecimiento, desarrollo ni incremento de ingresos fiscales para invertir en infraestructura social ni programas sociales.
Siendo realistas no podemos pedir peras al olmo, el gobierno está lejos de ser excepcional, pero por lo menos hasta la fecha está comportándose con sentido común, que no es poca cosa comparada con los anteriores inmediatos regímenes.
El sentido común, la lógica, la razonabilidad, la prudencia podrían ser las características de lo que queda de gobierno y aspirar mejores tiempos a partir del 2026.
