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PMA: EL ESCÁNDALO DE LA AYUDA HUMANITARIA DE ARGELIA A LOS CAMPOS DE TINDUF

El desvió sistemático de la ayuda humanitaria destinada a las poblaciones de los campamentos de Tinduf, que Marruecos lleva años denunciando ante la comunidad internacional, ha sido confirmado una vez más por el informe de la evaluación del trabajo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en Argelia 2019-2022.

 

Campos de refugiados – Associació Terrassaharaui

Estas malversaciones han sido denunciadas en otros informes de inspección del ACNUR, así como de otras organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales

 

El PMA ha documentado el desvío y la venta de alimentos procedentes de la ayuda humanitaria en mercados de la ciudad argelina de Tinduf, fuera de los campos, y en países vecinos, mientras la población de los campamentos vive en condiciones indignas, marcadas por la desnutrición crónica, sobre todo entre mujeres y niños.
Y lo que es más grave, el PMA reiteró su preocupación por la falta de registro y censo de la población de los campamentos de Tinduf y el potencial de desvío que esta situación única hace posible.
Se trata también de una situación excepcional en el mundo desde el punto de vista del derecho internacional humanitario, en la medida en que durante casi 50 años estas poblaciones nunca han sido identificadas, registradas como refugiados, ni censadas, lo que les ha privado de todos los derechos garantizados por la Convención de 28 de julio del 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados.
El informe del PMA también señalaba la imposibilidad de que las agencias especializadas de la ONU tuvieran acceso sin trabas a los campos de Tinduf, y calificaba de intrínsecamente sesgado el control interno de la distribución de la ayuda humanitaria llevado a cabo por el “Polisario”.
Este control concedido por Argelia a estas milicias sobre la distribución de la ayuda humanitaria se inscribe en el marco más amplio de la delegación ilegal, en virtud del derecho internacional humanitario, de la autoridad sobre los campamentos de Tinduf a un grupo separatista armado estrechamente vinculado a grupos terroristas que operan en el Sahel.
Las oportunidades lucrativas abiertas por el desvío sistemático de la ayuda humanitaria a los dirigentes del “Polisario” les permiten así mantener un estilo de vida lujoso, a costa del contribuyente europeo y a costa de las mujeres y los niños de los campos de Tinduf, que padecen anemia crónica.
La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) había señalado en un informe publicado en 2015 a un desvío metódico, durante más de cuatro décadas, de la ayuda humanitaria concedida a los saharauis secuestrados en los campamentos de Tinduf, en territorio argelino.

En los campos de refugiados de Tinduf viven sin tener las necesidades básicas cubiertas” | Radio Murcia | Cadena SER

Este informe, basado en una investigación llevada a cabo por la OLAF, pone de relieve la responsabilidad de Argelia, cómplice activo en el desvío de esta ayuda, que suele comenzar en cuanto los cargamentos llegan al puerto argelino de Orán.
Estas malversaciones han sido denunciadas en otros informes de inspección del ACNUR, así como de otras organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales.
El Parlamento Europeo, que a su vez adoptó una resolución B9- 0225/2020, señaló que “Argelia habría aplicado un impuesto del 5 % sobre esta ayuda y habría rechazado las solicitudes de censo de refugiados presentadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en 1977, 2003, 2005 y 2015”.
La resolución también pide a la UE que audite el uso de la ayuda humanitaria europea por parte del “Polisario” desde 2015.
En 2021, el informe del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó la atención sobre la malversación de fondos y ayuda alimentaria destinados a la población secuestrada por el “Polisario”.
Asimismo, todas las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2011 han pedido a Argelia que autorice el censo de la población de los campamentos de Tinduf, de conformidad con el derecho internacional humanitario.
La nueva resolución 2654 del Consejo de Seguridad (en el párrafo 23 del preámbulo) ’’reiteró su llamamiento” a Argelia para que garantice que las poblaciones de los campos de Tinduf ’’estén debidamente registradas, y subrayando la importancia de adoptar todas las medidas necesarias a tal fin”.
La misma petición se dirigió (en el párrafo 15 de la parte dispositiva) a las agencias de la ONU para que observen las “mejores practicas” de la ONU en la entrega de ayuda humanitaria a las poblaciones de los campamentos.
Argelia ha desafiado constantemente los requerimientos firmes e inapelables del Consejo de Seguridad, escudándose en pretextos falaces que carecen de fundamento.
Argelia tiene la responsabilidad moral y jurídica de dejar de explotar la situación de la población secuestrada en su territorio y de utilizarla como moneda de cambio, mientras gasta sumas colosales para mantener el lujoso tren de vida de un puñado de dirigentes “polisarios” y les proporciona el material militar más moderno.
Peor aún, Argelia tiene la responsabilidad jurídica, política, histórica y moral de comprometerse de buena fe en la búsqueda de una solución política definitiva a este contencioso regional que dura ya demasiado tiempo, de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad, y ello para permitir un retorno digno de las poblaciones de los campamentos de Tinduf en el Sahara marroquí.

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