El partido opositor Vente Venezuela (VV), liderado por María Corina Machado, responsabilizó al presidente Nicolás Maduro del «asedio» la noche de ayer, viernes (06.09.2024), en la residencia oficial de la Embajada de Argentina en Caracas -bajo protección de Brasil tras la expulsión de la misión diplomática del Gobierno de Javier Milei- donde se encuentran refugiadas seis personas opositoras desde marzo.
´Vente Venezuela´ denunció un «asedio» a la sede diplomática de Argentina en Caracas, lugar bajo la custodia de Brasil, país que también es responsable de seis personas opositoras ahí refugiadas.
«Siguen llegando patrullas con agentes del régimen a la sede de la Embajada de Argentina en Caracas. Responsabilizamos a Nicolás Maduro de este asedio contra nuestros dirigentes asilados», escribió la formación en la red social X (antes Twitter).
Previamente, el coordinador internacional de VV, Pedro Urruchurtu -uno de los refugiados- aseguró que agentes de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), junto con «funcionarios encapuchados y armados, rodean» el lugar.
Por su parte, el exdiputado Omar González, también asilado, denunció el corte del suministro eléctrico a la residencia, tras lo que está funcionando una «pequeña planta de emergencia»para contar con el servicio.
Además de Urruchurtu y González, se encuentran Magalli Meda, quien fue la jefa de campaña para las presidenciales; Claudia Macero, coordinadora de Comunicaciones de VV; Humberto Villalobos, coordinador electoral del Comando de Campaña de VV, y el exministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el principal bloque opositor.
Las seis personas se refugiaron luego de que la Fiscalía de Venezuela las acusara de varios delitos, como conspiración y traición a la patria, entre otros.
A finales de julio de 2024, este grupo denunció que «funcionarios de seguridad del régimen» estaban en las afueras del lugar y buscaban «tomar esta sede diplomática», lo que calificaron como una «grave violación al derecho internacional».
Desde agosto, Brasil se ocupa de la custodia de las sedes diplomáticas de Argentina y Perú en Venezuela, así como de la representación de sus intereses y ciudadanos en el país caribeño, tras la expulsión del personal de ambas legaciones. Brasil también asumió la custodia de las seis personas opositoras refugiadas.
Además de Perú y Argentina, el Ejecutivo de Maduro también exigió a Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguayel retiro «inmediato» de sus representantes, en rechazo a sus «injerencistas« declaraciones sobre las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que el chavista fue proclamado ganador, lo que cuestiona buena parte de la comunidad internacional.