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POR EL HILO SE LLEGARÁ AL OVILLO

 

Escribe: Elmer Barrio de Mendoza*

 

¿Sabrá algo de Chinchero el favorito de las elecciones presidenciales en Argentina?

 

Hace no muchos días el Tribunal del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) anunció que el Estado Peruano había perdido el arbitraje entablado en su contra por el Consorcio Kuntur Wasi, otrora concesionario de la construcción y operación del Aeropuerto de Chinchero en Cusco. Trataré de ser simple.

 Aún no sabemos cuánto

Perdimos una vez más, como todas las veces desde hace unos años. El monto está por dilucidar. La demanda fue cuantificada por el MEF en más o menos 1,300 millones de soles (350 millones de dólares). El Tribunal no ha reconocido lucro cesante, lo que con certeza disminuirá ese estimado pero es de suponer que la obligación total pueda determinarse entre 50 y 100 millones de dólares, un dineral para un consorcio que prácticamente no invirtió un solo real. Es más, que nunca acreditó solvencia para afianzar sus compromisos de inversión.

La pizarrita y la Contraloría

¿Se acuerdan de la pizarrita de PPK? ¿Allí donde explicaba que el gobierno peruano iba a financiar el movimiento de tierras a favor del consorcio y que eso era magnífico para el país?
Pues bien, esa explicación primariosa que, a decir de cualquier aficionado, no resistía el menor análisis, se tradujo en el texto de una adenda al contrato de concesión (la adenda fue firmada por la viceministra Fiorella Molinelli) que fue inmediatamente observada por el contralor Edgar Alarcón, que denunció que el Estado no podía financiar a un concesionario privado salvo dentro del marco del contrato original. Fernando Zavala (Primer Ministro), Martín Vizcarra (Ministro de Transportes y Comunicaciones) y Alfredo Thorne (Ministro de Economía y Finanzas) citaron a Alarcón en el MEF e intentaron persuadirlo (con buenas o malas artes) de que retirara sus observaciones.
Creo que todos recordamos lo que vino después cuando Alarcón se negó. Le hicieron la vida a cuadritos, desempolvaron denuncias menores y lo sacaron de la Contraloría.
Se supo entonces que la hermana de Fernando Zavala era importante ejecutiva en el Consorcio Kuntur Wasi.

El “daño” estaba hecho

Por más que arrinconaron a Alarcón ya la adenda propuesta estaba en el descrédito público. Más aún cuando el consorcio no pudo obtener la carta-fianza a que estaba obligado. El Ministerio Público abrió investigación. El MTC apeló a la caducidad del contrato (¿la figura les suena familiar? ¿alguien más la ha planteado últimamente?) para invalidarlo.

Los fiscales a cargo

¿Qué fiscal dirigió inicialmente la investigación al consorcio? ¡Oh sorpresa! José Domingo Pérez Gómez. Él condujo un operativo tardío de allanamiento e incautación donde no encontró nada significativo, salvo los papeles de un depósito con origen en un banco armenio.
José Balta Del Río, entonces gerente del concesionario, dijo que ese depósito no tenía nada de raro porque uno de sus inversionistas era un empresario argentino de origen armenio (ya hablaremos después de él). Luego Pérez Gómez fue reemplazado por la Fiscal Zoila Sueno Chirinos, que  mostró mayor diligencia, al menos hasta 2019, e involucró a los ministros comprometidos, a Fiorella Molinelli y a otros bajo la lógica de organización criminal.
Después de eso no sabemos más.
Kuntur Wasi, mientras tanto, había demandado en 2018 al Estado Peruano ante el CIADI en el proceso de arbitraje que está a punto de concluir y que sólo tiene pendiente la definición del monto a pagar.

¿Cuál es el negocio cuando una deuda se engorda?

Los concesionarios privados normalmente levantan fondos (de origen a veces dudoso) en la banca de inversión (que no siempre es formal) contra los beneficios futuros de la concesión. Los tenedores de la deuda sufren en teoría las contingencias del desarrollo de dicha inversión. Sin embargo, si la deuda se comienza a degradar es usual que se “deshagan” de los papeles correspondientes en el mercado secundario de deuda transfiriéndolos a compradores conocidos o ignotos.
Obviamente estos compradores de deshecho pagan precios muy bajos que luego, cuando la deuda engorda por cualquier vía (una de ellas los arbitrajes provocados artificialmente), venden a precios muy altos.
Gran negocio que depende de controlar los eslabones principales de la cadena. Seguir la ruta del dinero es siempre la clave, ya lo dijo Deep Throat.
¿Quién habrá comprado esos títulos?

El empresario armenio-argentino

Para terminar, hay un dato que no deja de ser curioso: El empresario argentino de ascendencia armenia al que aludió el gerente de Kuntur Wasi estuvo identificado casi de inmediato: Eduardo Eunerkián. Su negocio principal es la gestión de aeropuertos pero es propietario de infinidad de otros negocios, que incluyen la banca de inversión y operaciones de deuda. Toda similitud con la realidad es (no es) simple coincidencia.
Y aquí lo más fascinante por la circunstancia actual, sin que quiera decir nada más: uno de los ejecutivos financieros principales del Grupo Eunerkián (quizá el más importante por cerca de entonces) se llama Javier Milei, de quien dicen nunca se ha desligado totalmente del grupo. ¿Sabrá algo de Chinchero el favorito de las elecciones presidenciales en Argentina?
Mucha tela por cortar.

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*Director y conductor de NO ATRACO

 

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