PRESIDENTE DEL BCR, JULIO VELARDE ARRANCA APLAUSOS DE ARGENTINOS HARTOS DE INFLACIÓN
El presidente del Banco Central de Reserva de Perú, Julio Velarde Flores, arrancó ayer aplausos de un auditorio de empresarios en Argentina, país que sufre altísima inflación, restricciones cambiarias y múltiples tipos de cambios
Destacó independencia del Banco Central de Reserva del Perú
«Somos autónomos», dijo Velarde mientras recibía el primer aplauso durante su participación en el 59° Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que se celebra en Mar del Plata, tras enumerar las restricciones para establecer tipos de cambio diferenciados, entre otras, que describen la autonomía legal del Banco Central de Reserva del Perú.
Velarde es presidente del directorio del Banco Central de Reserva (BCR) del Perú desde 2006 y en 2021 fue ratificado hasta 2026.
El banquero fue convocado para conversar sobre la importancia de la independencia del Banco Central y cómo ha permitido que el país mantenga la estabilidad monetaria pese a la inestabilidad política.
En Argentina, la falta de financiación genuina del déficit fiscal ha hecho que el Tesoro haya acudido a la financiación monetaria del Banco Central, y la inflación alcanzó el 124.4 % anual en agosto pasado.
Velarde recordó que Perú sufrió una hiperinflación, que «hizo tanto daño» y que el país llegó a tener 34 tipos de cambio diferentes: «Llega un momento que se notaba que tenía que arreglarse de una forma u otra», contó.
Perú estuvo 36 años sin crecer, agregó, y «eso marca la presión social para que el Gobierno sea prudente».
Velarde describió que hoy las metas son de 2 %, más menos un punto, y que «hay déficit (fiscal), pero es manejable».
«Somos el país de la región que tiene la inflación más baja, incluso más baja que Ecuador en este siglo«, señaló.
El moderador de la charla, el gerente general del Banco Galicia, Fabián Kon, no le preguntó sobre los planes de dolarización del candidato ultraderechista argentino, Javier Milei.

el dinero es del ciudadano y el ciudadano decide qué moneda quiere y dónde la tiene
