SANMARQUINA: Esta ingeniera peruana dirige ‘el cerebro’ de la mina de cobre Quellaveco
(Forbes/ Perú).- Cinthya Lozano lidera el Centro Integrado de Operaciones (CIO) de la mina de cobre Quellaveco, de la compañía Anglo American. Allí se gestionan y analizan los datos que produce cada una de las áreas de la operación, la primera unidad minera ‘digital’ en el país. En Perú, solo el 7% de las personas que trabajan en el rubro es mujer. En el CIO –donde Lozano tiene a cargo 60 profesionales– las mujeres representan entre el 25% y el 30%.
“En lo que decida hacer uno no puede avanzar solo. Yo tengo una estructura familiar que siempre ha ayudado y ha acompañado este proceso.
La mina de cobre Quellaveco, de la corporación inglesa Anglo American, inició operaciones comerciales en las alturas de Moquegua a fines de septiembre de 2022. Desde entonces, hace casi dos años, el proyecto es una de las promesas de la economía peruana: ha sido hasta ahora la mayor inversión en su rubro (US$ 5.500 millones) y, con una vida útil de más de 30 años, se espera que permita que la producción cuprífera del país crezca 15%, convirtiéndose en el quinto mayor yacimiento del metal activo en el mundo.
Esos datos los conoce más que bien Cinthya Lozano, la ingeniera química peruana de 41 años al mando del ‘cerebro’ de la que es considerada ‘la primera mina digital’ del Perú. No es un slogan en ningún caso. “Estoy en Anglo American hace tres años y medio, cuando Quellaveco era proyecto. Ingresé a este rol de Superintendente del Centro Integrado de Operaciones (CIO). Fue bastante desafiante, sabiendo que no había otro CIO en el país, con un nivel de inteligencia minera y sensibilización muy alto”, comenta detrás de la pantalla en entrevista con Forbes Perú.
Es martes. Es el segundo día de su semana en la Zona 3.000 de la unidad minera, donde se ubica el edificio del CIO, el nodo informático desde el cual se monitorea todo lo que sucede y se puede medir en la mina. En ese cúmulo de labores están los niveles de las piletas de flotación, la velocidad y los obstáculos de los camiones autónomos (sin choferes) y la vibración de equipos críticos, explica la ejecutiva.
Lozano llegó al ‘site‘ (así llama al lugar) en avión el lunes por la mañana y regresará a Lima (a 1.465 kilómetros de distancia) el jueves por la noche.
“¿Qué hacemos con esa información?”, enseña sobre los datos que procesa el CIO. “Actuar de manera ágil y preventiva; evitar resultados que no queremos. Mi rol es poder gestionar toda la operación de la cadena [de producción] de modo que siempre apuntemos a [obtener] las mejores mediciones del negocio”, amplía.
La palabra ‘mejora’ como constante
La palabra “mejora” ha sido una constante en la carrera y vida personal de Lozano, quien reconoce, no obstante, que el camino no ha estado exento de desafíos y prejuicios. Cuando egresó de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, postuló a sus primeras prácticas y, durante la inducción del proceso de selección de una empresa minera, supo de un plumazo que crecer en el rubro como profesional mujer no sería cómodo.
“Todos los uniformes eran de hombres”, recuerda. “La anatomía del varón es diferente a la de la mujer”, comenta. Ya en el puesto, tras ganar la pasantía, nuevamente vio la diferencia. En efecto, en el área en donde le tocaba trabajar no había baños para mujeres.
“Tenía que caminar tres cuadras para ir al servicio higiénico”, repara. A sus 22 años, durante su primera experiencia laboral, volvió a sentir la brecha. Ella era la única mujer en un equipo cuyo promedio de edad era 50 años, a cargo de proponer e implementar proyectos de mejoras. “Mi desafío era cómo podían verlo los demás”, dice y confiesa lo que temía que pensaran de ella.
Lozano reconoce que aquellas primeras experiencias fueron desafiantes y enriquecedoras para forjar su carácter y desarrollarse profesionalmente en un mundo particularmente masculino, pero aún así diverso.
¿Cómo esos episodios moldearon su personalidad? Lozano considera que le han sumado en resiliencia y, sobre todo, adaptabilidad. “Esas vivencias me han ayudado bastante a adaptarme o a desarrollar mi adaptabilidad mucho más rápido. Y la adaptación involucra varias cosas. Cuando uno se adapta, no solo estás hablando de conocimiento técnico o una rutina, sino de trabajar con personas con pensamientos diferentes a los tuyos. Yo aprendí a desarrollar esta adaptabilidad, a conectar con las personas para lograr un objetivo en común”, reflexiona.
El pasado 1 de septiembre, Lozano asumió como gerente de operaciones integradas de Anglo American, una posición que incluye el liderazgo del CIO y de más áreas asociadas a la integración del negocio, como programación integrada.
En total, Lozano tiene 85 personas a cargo, de las cuales 60 trabajan en el CIO. De estas, el 30% es mujer. Parece una cifra menor, pero es cuatro veces superior al promedio de participación femenina en el rubro minero en Perú (7%) y 2,7 veces más que a nivel mundial (11%).
“Adicional a esto, tenemos diferentes generaciones que trabajan”, apunta la ejecutiva y agrega que, en el CIO, se controla tecnología que no es común en Perú.
“[La tecnología] ha generado perfiles o roles diferentes, como controlador o diseñador de mina. Hemos formado personas para estas posiciones. Esto ha traído mucho interés de mujeres, de ingenieras de minas mujeres. No solo ha captado su interés, sino que se están desempeñando muy bien en los nuevos roles. Ha sido muy satisfactorio [no solo] entrenar, sino ver que las mujeres encuentran alternativas de desarrollo en estos roles”; resalta Lozano.
¿Qué profesiones tienen las mujeres del CIO? Estas incluyen ingenieras de minas, metalúrgicas, químicas y mecánicas. “Es un equipo multidisciplinario, que, si bien tienen la formación de la disciplina, también [las colaboradoras mujeres] han sido capacitadas en una visión transversal del negocio. Es un llamado a formarse en una visión total de la operación minera, porque esto las va a ayudar a adaptarse a nuevos roles mucho más rápido. También a entrenarse y capacitarse en análisis de datos”, aconseja.
No es la primera vez que Lozano trabaja en roasters (turnos) ni la única. Al equipo de líderes, les toca estar en la mina de lunes a jueves y al operativo, de coordinaciones, le corresponde en regímenes de 8×8 (ocho días en la mina, ocho días en casa). En efecto, entre 2018 y 2019, Lozano sostuvo una rutina similar cuando trabajaba en Escondida, la mina de cobre más grande del mundo, operada por la compañía BHP, ubicada en el desierto de Atacama, en el norte de Chile.
“En Chile, vivía en Santiago y viajaba a Antofagasta, algo análogo a lo que sucede en Lima. Era superintendente de modelo operativo. Tenía como objetivo implementar el modelo operativo. Esta superintendencia estaba dentro de una área de operación integrada. Entonces, desde Chile empezó mi carrera con el concepto de la operación integrada en minería”, cuenta Lozano.
Lozano reconoce que su crecimiento profesional no hubiera sido posible sin dos factores. El primero, la decisión de salir de la zona de confort y postular a Escondida. “Eso ha sido un punto de inflexión en mi carrera, porque yo ya trabajaba varios años y quería avanzar”, dice.
El segundo factor clave fue el soporte familiar. Lozano está casada y tiene dos hijos, de 9 y 13 años. “En lo que decida hacer uno no puede avanzar solo. Yo tengo una estructura familiar que siempre ha ayudado y ha acompañado este proceso. De hecho, me fui a vivir a Chile con mi familia. Mis esposo, mis hijos, mis padres, mis suegros son una estructura familiar maravillosa que ha soportado este proceso y este camino”, dice.
“Cuando una mujer tiene las alternativas de tomar [una] decisión y una de esas decisiones es desarrollarse profesionalmente, puede armarse de esa estructura y soporte familiar para que pueda avanzar de una forma tranquila y sostenible. Somos producto o visibilidad de los que nos acompañan”
Cinthya Lozano, gerente de operaciones integradas de Anglo American