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SIN LEY QUE PROMUEVA INVERSIONES ¡NO HAY REACTIVACIÓN DEL AGRO!

En el Gobierno se sigue sin entender que si no se profundiza el modelo económico, más allá del gasto e inversión estatal, la reactivación en la economía y en la agricultura solo serían fenómenos circunstanciales. En el agro se han planteado medidas de buena voluntad, pero sin entender que desde la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria (ley 27360) no existe un nuevo emprendimiento en el país. Si bien las agroexportaciones siguen creciendo por la inercia de inversiones previas –sumando más de US$ 10,000 millones en envíos al exterior– es incuestionable que desde el 2024 todo comenzará a declinar por falta de nuevos emprendimientos.

 

Ni el Ejecutivo ni el Congreso se movilizan para restablecer Ley de Promoción Agraria.

 

El Ejecutivo acaba de anunciar el Plan Unidos para reactivar el sector agrario con iniciativas interesantes. Una de ellas propone destinar S/ 1,000 millones para mitigar el impacto negativo del Fenómeno de El Niño para los pequeños agricultores. Otra propone beneficiar a las empresas agroexportadoras con una tasa de 6% para aportes a Essalud en el periodo 2024-2025 (se consideraba incrementar en 7% en el 2025). Y, finalmente, otra medida está relacionada con el destrabe de los proyectos hídricos Chavimochic III, Iuroro y Yanapujio, que permitirán ampliar la frontera agrícola en más de 160,000 hectáreas.
Sin embargo, en el Ejecutivo y en el Congreso se deberían formular una sola pregunta: ¿por qué no hay una nueva inversión en el agro desde antes, incluso, del gobierno de Pedro Castillo? La respuesta es una sola: por la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria (Ley 27360). La mencionada norma establecía un régimen tributario promocional de 15% para toda la agricultura (para los más de dos millones de minifundistas y las agroexportadoras) que, en dos décadas, posibilitó convocar más de US$ 20,000 millones en inversiones y la permanente reinversión de utilidades. Bajo esta norma las agroexportaciones crecieron de US$ 651 millones a más de US$ 10,000 millones.
Ese milagro agroexportador hoy está detenido, y no hay una sola nueva inversión. La Ley 31110 –que promulgó el Gobierno de Francisco Sagasti– en el peor año de la agricultura en dos décadas ha incrementado la tasa de impuesto a la renta en 20%, exprimiendo a los únicos contribuyentes del agro y bloqueando nuevos proyectos.
La Ley 27360, igualmente, consideraba un régimen de flexibilidad laboral en los contratos de trabajo. El resultado: los contratos formales se incrementaron de 460,000 (entre directos e indirectos) en el 2004 hasta más de un millón en la actualidad. Sin embargo, la destructiva Ley 31110 ha comenzado a liquidar a las actuales empresas agroexportadoras, estableciendo que el salario agrario tendrá una bonificación especial para el trabajador agrario (BETA) del 30% sobre la remuneración mínima vital nacional.
¿Por qué el progresismo y el comunismo castigan a las empresas agroexportadoras que llegan a contratar hasta 20.000 trabajadores formales –con todos los derechos sociales– por campaña? Es evidente que se pretende cortar en seco la revolución capitalista en el campo. Asimismo, se propone la contratación preferencial a los trabajadores previamente contratados y sistemas de negociación colectiva en el afán de promover las cooperativas y koljoses que ya fracasaron con el velascato.
Si el Ejecutivo y el Congreso no restablecen la plena vigencia de la Ley 27360 no existirá ninguna reactivación en el agro, y el intento de destrabar proyectos hídricos para ampliar la frontera agrícola en más de 160,000 hectáreas no servirá de nada. ¿Quién se atreverá a invertir en un escenario de tanta inseguridad jurídica?
TOMADO DE: El Montonero

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