Estamos ante un severo desafío para la democracia y para nuestros líderes responsables del gobierno. Hay una agenda política y social clamorosamente desatendida.
Las consecuencias del mal manejo de la pandemia, en la salud como en la economía, se dejan sentir y a ello se agregan la violencia y la inestabilidad política, el cambio climático, el Niño, la sequía, entre otras plagas, que nos vienen afectando hasta acumular dos trimestres de crecimiento económico negativo. Se habla de recesión técnica pero el ciudadano padece el drama y las dificultades cotidianas y también la escasa respuesta política. Estamos ante un severo desafío para la democracia y para nuestros líderes responsables del gobierno. Hay una agenda política y social clamorosamente desatendida.
En reciente conversatorio del ILADYG, sobre como reactivar nuestra economía, Enrique Cornejo, planteó la necesidad de un pacto político social por el empleo y la inversión, excelente iniciativa a ser recogida por las distintas bancadas del Congreso en interlocución activa con el Ejecutivo. Necesitamos de la labor positiva del Legislativo. Y respecto a ello debemos felicitar a la congresista Jéssica Córdova que ha logrado con su persistencia la ley que declara de interés nacional y necesidad pública la creación, equipamiento e implementación de la Unidad Especializada en pacientes quemados del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.
Córdova, sensible conocedora del problema, ha tenido en cuenta este nosocomio de referencia nacional que recibe todos los quemados del país. Y ha logrado un gran paso que fue perseguido por veinte años, desde el desastre de Mesa Redonda, por especialistas como el doctor Walter Navarro Murgueytio, presidente del Cuerpo Médico de este hospital emblemático. Solo falta el financiamiento que deberá decidir oportunamente el MEF. Y a esta primera piedra deberá seguir la construcción y la implementación con la mejor tecnología posible para el tratamiento de pacientes complejos que requieren mayor voluntad de atención y mayor apoyo para sus dramas personales, más graves mientras menos recursos tienen. Felicitaciones congresista!
