TRASCENDER EL DESTINO MARAVILLOSO DEL SER

Gustavo Blanco Ocharan

gblancociticars@gmail.com

Trascendemos cuando cortamos toda dependencia y practicamos el desapego integral como un acto de liberación; cuando comprendemos que la felicidad sostenida descansa en la decisión y actitud personal de cómo afrontamos la vida

El principal motivo espiritual y probablemente el único y más importante que tiene el ser humano en su experiencia terrena es simplemente trascender.

En términos generales podemos asociar el verbo trascender como sinónimo de manifestar, exhalar, emanar; también podemos referirnos con él a la acción de filtrar o difundir algo, perder la condición de confidencial y reservado; asimismo, trascender, es empezar a ser conocido lo que estaba oculto; sobresalir, alcanzar de alguna forma algo que está fuera de los límites que impone el cuerpo.

Para nosotros la palabra trascender tiene una connotación mucho más amplia, podemos asociarla con diferentes actos conscientes e inconscientes de la vida misma siendo inherente  y permanente a la condición humana; es decir, se manifiesta como una constante en cada etapa de la vida, como veremos más adelante.

Si partimos del principio que el ser humano es esencialmente energía en constante transformación, entonces podemos reconocer algunos principios universales, como que la energía no se crea ni se destruye solo se transforma y específicamente espiritualmente transmuta.

El otro principio universal que la física cuántica ha ratificado es que todo está en movimiento, nada es estático, todo cambia, se afecta, se modifica, vibra, se expande y contrae, se transforma, nutre y deshecha, todo fluye; por eso somos receptores y emisores de energía a través de la que pensamos, sentimos y manifestamos.

Más que partículas físicas somos ondas envolventes. El cuerpo físico está compuesto por partículas, átomos, células que pueden ser ubicadas y cuantificadas; mientras que el espíritu comparte mucho más similitudes con una onda, no se puede ubicar o encasillar en un espacio físico, es invisible pero real; no se puede cuantificar numéricamente pero produce un efecto muchas veces sutil y otras veces exponencial; rompiendo cualquier límite de la razón y la lógica.

La energía puede adoptar diferentes estados físicos y metafísicos, es perceptible, está presente en objetos, animales y plantas como es indeterminado en términos de consciencia y pensamiento y sentimiento; por eso hemos afirmado que el ser humano posee increíbles súper poderes que simbolizan su potencial ilimitado a través de lo que piensa, crea, habla, siente, intuye y proyecta.

La vida como expresión biológica está programada para cumplir un ciclo natural que va desde el origen, crecimiento, desarrollo, declive y muerte; sin embargo, somos más que cuerpo físico degradable; poseemos el alma y el espíritu que fluye permanentemente como ondas magnéticas que únicamente reciben, emiten y canalizan energía pura.

A través del cuerpo, evolucionamos. A través del espíritu, trascendemos.

Trascendemos espiritualmente cuando aceptamos y experimentamos diferentes estados de consciencia, cuando compartimos, damos y agradecemos; cuando reconocemos en el otro, una parte de nosotros mismos; cuando intuimos que somos inmortales; cuando descubrimos el ser esencial que poseemos que es el sello de nuestra divinidad; cuando vibramos en armonía con el universo; cuando reconocemos que somos hechura de la naturaleza; cuando nos damos cuenta que animales, plantas, aves, insectos, así como todos los seres inanimados también poseen como los seres humanos un campo de energía; en la escala y nivel que les fue dado, todos somos parte de la Totalidad.

Trascendemos cuando sobrepasamos los conceptos de espacio y tiempo que nos limita y comenzamos a vivir desde el presente y la abundancia. Cuando comprendemos que tanto la vida como la muerte son como umbrales que nos dan la posibilidad de experimentar otros estados de consciencia; trascendemos cuando respiramos, inhalamos y exhalamos; cuando amamos y perdonamos; cuando compartimos; cuando preservamos el equilibrio, el balance y la ponderación y nos autorregulamos; cuando comprendemos que somos seres imperfectos pero maravillosamente libres; cuando nos hacemos responsables de nuestras acciones y decisiones.

Trascendemos cuando cortamos toda dependencia y practicamos el desapego integral como un acto de liberación; cuando comprendemos que la felicidad sostenida descansa en la decisión y actitud personal de cómo afrontamos la vida; cuando dejamos de victimizarnos y asumimos el compromiso de ser autosuficientes porque descubrimos que somos producto de la abundancia; que la prosperidad es un estado de bienestar interior y refleja tu paz y plenitud.

Trascender es como queda dicho, vivir con intensidad de manera consciente, es vivir desde el ser para reconectar con la Fuente divina de la creación que fluye en el Universo infinito en armonía y libertad dándonos ejemplo que para el universo el todo y la nada, lo bueno y lo malo, el amor y el odio, el día y la noche, las luces y sombras, el principio y el fin y tantos otros ejemplos de dualidad se desvanecen frente al Uno, la Totalidad, Dios y su maravillosa unicidad.

California septiembre 17, 2023.