El expresidente de Estados Unidos y actual candidato a representar a los republicanos en las próximas elecciones, Donald Trump, acudió ayer lunes (12.02.2024) a un tribunal federal del Estado de Florida para asistir a una audiencia a puerta cerrada en el caso de mala gestión de documentos gubernamentales de alto secreto.
el expresidente estadounidense será juzgado en mayo por retener ilegalmente documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago en Florida, pero hoy se aborda el acceso a pruebas clasificadas por los abogados.
La juez del caso, Aileen Cannon, convocó a la defensa del presidente entre 2017 y 2021 y a los integrantes de la Fiscalía para abordar cómo se iba a tratar el acceso a pruebas clasificadas durante el proceso. Para preparar el caso, sus abogados quieren obtener acceso a esa documentación, en poder de la Fiscalía, algo a lo que se opone esta última, alegando que son material demasiado sensible.
Trump y su comitiva llegaron por la mañana al tribunal de Fort Pierce, unos 200 km al norte de Miami, donde los esperaba un grupo de seguidores con pancartas de apoyo de cara a su campaña para disputar las elecciones de noviembre. El político republicano, de 77 años, abandonó las instalaciones judiciales poco después de las 14:00, hora local.
El año pasado, Trump se declaró no culpable de retener ilegalmente documentos clasificados en su residencia floridana de Mar-a-Lago y de obstaculizar los esfuerzos del FBI por recuperarlos. Adujo posteriormente que no los devolvió por estar muy ocupado.
El inicio de este juicio está previsto para el 20 de mayo. Junto a Trump, se sentarán en el banquillo de los acusados el administrador del complejo Mar-a-Lago, Carlos de Oliveira, y el ayudante personal del expresidente, Waltine Nauta.
La audiencia se lleva a cabo en una dependencia judicial denominada Instalación de Información Sensible Compartimentada (SCIF, en inglés), equipada con fuertes medidas de seguridad y en la que es posible revisar material altamente clasificado.
El fiscal especial a cargo del caso, Jack Smith busca también que la jueza Cannon, nominada en 2020 por el propio Trump, reconsidere el fallo del pasado viernes que permitiría a la defensa del expresidente revelar públicamente las identidades de testigos y sus testimonios ante el tribunal.