tocaría a las universidades brindar a la sociedad el debate que tanto nos falta en foros, seminarios y conferencias que reúnan a académicos, políticos y líderes empresariales para discutir y planificar el futuro del país con mayor inclusión y equidad
Sería posible y altamente beneficioso que las universidades del Perú, públicas y privadas, pudieran unirse para pensar el país a mediano y largo plazo. Parece una utopía, pero en nuestro vecino Chile lo están logrando. Se trata de la colaboración interuniversitaria con impacto significativo en el desarrollo nacional a través de la investigación. Y hacerlo con proyectos conjuntos que aborden problemas nacionales clave como la salud, la educación, la economía y el medio ambiente. Con una visión integral podrían compartir fondos y recursos financieros y tecnológicos para aumentar la capacidad y el alcance de la investigación.
Las ventajas están en la formación de capital humano con programas educativos interuniversitarios que ofrezcan una formación más amplia y diversa. Incluso podría darse un intercambio académico de profesores y estudiantes para enriquecer el aprendizaje y la enseñanza lo que fortalecería los vínculos con la industria y el sector privado para facilitar la transferencia de tecnología y la comercialización de innovaciones. Esta valiosa perspectiva permite colaborar en proyectos sobre necesidades específicas de las diferentes regiones del Perú y promover el desarrollo integral y equilibrado al que se refiere la Constitución en su art 44.
Esto facilitaría el asesoramiento y la consultoría en la formulación de políticas públicas y de estrategias de desarrollo. Y tocaría a las universidades brindar a la sociedad el debate que tanto nos falta en foros, seminarios y conferencias que reúnan a académicos, políticos y líderes empresariales para discutir y planificar el futuro del país con mayor inclusión y equidad. Esta ilusión no es imposible, es una tarea por abordar a fin de dar a las universidades públicas y privadas un rol concreto. Pensar al país y proponer una hoja de ruta hacia el 2050. Seguiremos.