De Venezuela 7.1 millones han huido del hambre, la falta de empleo y las persecuciones; más de 250 mil de Nicaragua de la dictadura de Ortega y su mujer Rosario Murillo, e incluso de México bajo la administración populista de Manuel López Obrador
el caso de Nicaragua es asombroso si se toma en cuenta que la población total es de menos de siete millones
Nicaragua y Venezuela, dos países que son gobernados por regímenes castrochavista, registran las migraciones más altas de la historia. En el país del dictador Nicolás Maduro los organismos internacionales estiman que 7 millones 100 mil personas han abandonado su tierra debido al hambre, el desempleo y las persecuciones.
Nicaragua, país de los esposas Daniel Ortega y Rosario Murillo, que mantiene a sacerdotes presos y en salas de tortura, «la crisis política y económica provocó un masivo flujo migratorio. Más de 250 mil personas abandonaron el país desde 2021; y actualmente 200 mil pugnan por obtener un pasaporte que los lleve “a cualquier otro país que no esté gobernado ni sea satélite del castrochavismo asesino”, dicen los que buscan refugio.
Para los expertos, el caso de Nicaragua es asombroso si se toma en cuenta que la población total es de menos de siete millones. El fenómeno migratorio se acentuó a partir de abril de 2021, cuando se extendió la represión política, los apresamientos y asesinatos de la dictadura Ortega-Murillo, autora de cerca de 400 asesinatos políticos y perseguidora de ciudadanos y sacerdotes católicos.
La cifras de organismos independientes estiman que el número de personas que han abandonado sus países por temas relacionados con la política, la falta de oportunidades o el hambre es de entre diez y 12 millones.
“La cantidad de nicaragüenses que emigró desde ese mes sobrepasan las 100 mil personas que se fueron a Estados Unidos», destaca el informe elaborado por Manuel Orozco, de “Diálogo Interamericano”, en el que también precisa que países de Centroamérica como Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, el Caribe como Cuba y Haití, Sudamérica como Venezuela y Bolivia presentan fuertes problemas de protección de derechos constitucionales de sus ciudadanos y serios aspectos de gobernabilidad democrática.
«La migración desde México, inclusive, ha resurgido después de años de haber decaído y coincide con los cambios políticos recientes del populismo en ese país (gobierno de Manuel López Obrador). Un fenómeno reciente es el de la tendencia migratoria ascendiente hacia Estado Unidos, en donde cerca de dos millones de Latinoamericanos y del Caribe salieron de sus países hacia este país, con una tendencia continua en 2022»,se lee en el documento que recoge datos migratorios en junio de este año.
Migración a Costa Rica
El éxodo de nicaragüenses también han buscado países cercanos como Costa Rica, que desde 2018 es uno de los principales destinos que buscan los nicaragüenses que son perseguidos por el régimen y que buscan poner a salvo sus vidas.
«Los datos de encuestas demuestran que los factores determinantes de esta migración entre los nicaragüenses fueron predominantemente políticos y económicos. Estar desempleado, creer que habría fraude en cualquier elección futura, un sentimiento de miedo tras la elección, falta de confianza y reconocer el empeoramiento de las condiciones económicas son parte de las razones para emigrar», afirma Manuel Orozco en su informe.
El fenómeno Venezuela
El portal web de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) refiere que las personas continúan saliendo de Venezuela para huir de la violencia, la inseguridad, las amenazas, y la falta de alimentos, medicinas y servicios esenciales.
La Plataforma de Coordinación Interagencial de Naciones Unidas (R4V) señala que en medio del descontento político y las dificultades económicas en algunos países, las personas refugiadas y migrantes pueden ser estigmatizadas y culpadas por la creciente competencia en el mercado laboral y por el limitado acceso a servicios públicos.
Acnur está apoyando los esfuerzos de regularización de los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y otros que están proporcionando documentación y buscando soluciones para regularizar y brindar protección a la población venezolana.