se espera que el Congreso, esta vez, actúe con la sensatez que las circunstancias le requieren, analizando la exposición en función del interés nacional,
Luego de la visita que el último viernes realizará al presidente del Congreso, Alejandro Soto, el presidente del Consejo de ministros, Gustavo Adrianzén, anunció que el próximo 3 de abril, asistirán al Congreso en busca del voto de confianza; obviamente, cumpliendo el Art. 130 de la Constitución y para cuyo, efecto dará inicio al ya tradicional rito de la visita a los grupos parlamentarios, lo que hará a partir del martes 19 del presente, “cabildeando” compromisos de “buena voluntad” por el sí a la confianza.
Ante los anuncios, surgen incógnitas. Si a la presentación, en la que expondrá Adrianzén la política general de gobierno y las principales medidas que requiere su gestión, llegará el gabinete completo de hoy y se mantendrán en sus “carteras” buen tiempo; pues, hay 4 ministros que pueden llegar a la censura, tal vez unos antes del acontecimiento de la presentación y otros días después, si las respuestas a las interpelaciones que afrontan, no le son satisfactorias a la mayoría del Congreso del 5% de aprobación ciudadana.
Así mismo, si serán todos los que asistan, los que continuarán en sus carteras y asumirán la responsabilidad de los compromisos que asumirá el gobierno ante el país, o serán relevados antes y/o después del acto de la investidura. Detalle que cuenta en la consistencia y seriedad predictiva del mensaje. Por lo que, si el gobierno piensa en relevos, debe proceder antes de la presentación y las posibles censuras tener en cuenta la necesidad de la estabilidad y continuidad de políticas.
En todo caso, los temas de fondo que requieren de planteamientos y políticas claras, precisas y que, garanticentransparencia, eficiencia y eficacia en su ejecución, son los referidos a la inseguridad ciudadana, corrupción y la economía (según la mayoría de las encuestas y la realidad); en tal sentido, todo lo referente a esos temas, es lo que prioritariamente, con seguridad, le interesa escuchar a la ciudadanía, en la exposición del presidente del gabinete. Amén de la necesaria franqueza para tratarlos.
Es sabido que la calidad de los debates (críticas, apoyos, coincidencias y propuestas) se expresa por el nivel de los protagonistas en el manejo y criterio lógico de las materias que se tratan. En ese sentido, se espera que el Congreso, esta vez, actúe con la sensatez que las circunstancias le requieren, analizando la exposición en función del interés nacional, debatiendo y votando en ese sentido, en función de país, evitando el show y la bravuconada que, ahora, pueden motivarse ante la posibilidad de su reelección.
Esto último se infiere, lamentablemente, por los mensajes que en ese sentido salen diariamente de Palacio Legislativo y son evidentes en los discursos grandilocuentes carentes de sustancia y soluciones, lanzados en Plenos de escaños vacíos y de votaciones que en minutos cambian de sentido. Esos son los mensajes que se percibe y son evidentes en las motivaciones de las mociones de interpelación y en la vengativa y amenazante denuncia constitucional en contra de una Fiscal Suprema que investiga congresistas. ´
Hacemos votos porque la inferencia, no sea ratificada el 3 de abril y porque la emisión del voto de confianza o desconfianza, sea sincero, en función a los intereses supremos del país. Es decir, queremos esta vez, que el hemiciclo no sea una carpa del humor…¿negro?
