(Tomado de agencias). El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo pública su decisión de designar a Perú como un “importante aliado no perteneciente a la OTAN”. En ese sentido, dejó en claro que tal nombramiento se daría en el contexto de una estrategia para fortalecer vínculos regionales con países que comparten prioridades en materia de seguridad, defensa y lucha contra el crimen organizado.
La decisión fue anunciada mediante un mensaje oficial enviado a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, siguiendo el procedimiento establecido para este tipo de designaciones.
Al respecto, Trump ha precisado que ambos países comparten objetivos estratégicos, como la estabilidad regional, el combate al narcotráfico y el fortalecimiento de los lazos económicos.
Días antes del anuncio, el canciller peruano Hugo de Zela sostuvo una reunión en Washington D. C. con el secretario de Estado, Marco Rubio, donde ratificaron el compromiso bilateral de enfrentar la delincuencia organizada transnacional, considerada una de las principales amenazas en el continente.
En el encuentro, se puso en relieve que la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado es una prioridad del Gobierno de transición en Perú, y requiere de mayor cooperación regional.
Como parte del fortalecimiento de la alianza, una delegación de alto nivel de especialistas en seguridad de Estados Unidos vendrá a Lima con la finalidad de brindar asesoría técnica y mantener reuniones con autoridades peruanas para elaborar una estrategia conjunta contra el crimen.