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PERÚ Y MARRUECOS, UNA RELACIÓN DESHECHA POR FACTORES IDEOLÓGICOS

Escribe: Ricardo Sánchez Serra

 

Es muy importante en las relaciones internacionales no ser desagradecidos. No debe olvidarse el apoyo marroquí en la Corte Internacional de Justicia de La Haya

 

El próximo año el Perú y Marruecos cumplirían 60 años de relaciones diplomáticas. Digo “cumpliría”, porque no sabemos si se va a conmemorar, dado que el Perú está jugando a la “ruleta rusa”, malogrando unas relaciones tradicionalmente buenas, por restablecer relaciones con un Estado inexistente como la República Saharaui, enemiga de Marruecos y que afecta la integridad territorial de este país.
Este deterioro de las relaciones viene inspirado por este “eje del mal”, representado por el encarcelado expresidente Pedro Castillo y sus mayordomos Manuel Rodríguez Cuadros, Óscar Maúrtua de Romaña y César Landa, quienes, por meras razones ideológicas, y contra los intereses del Perú, decidieron estropear las buenas relaciones con Marruecos.
Solo hubo un breve paréntesis, en la gestión del entonces canciller Miguel Ángel Rodríguez Mackay, quien el 18 de agosto de 2022 decidió recomponer, sensatamente, las relaciones con Marruecos. Pero, pocas semanas después, y con otro ministro, volvieron a retroceder.
Nadie puede dudar que hubo presión del entrometido y marxista Foro de Sao Paulo, que también intenta desestabilizar a las democracias de América Latina, y que fracasó en hacer caer a la presidente Dina Boluarte, sin importarle la perfecta y legal sucesión constitucional en el Perú.
¿Es, acaso Marruecos, un trebejo, del que puedes faltarle el respeto? Con todos estos vaivenes, de “me enemisto, me amisto y me vuelvo a enemistar” y especialmente sin que Marruecos dé motivos de alguna justificación para ello.

Se piensa con el ombligo

También, cabe mencionar, de otro lado, que el Perú prometa el voto a un país para la sede de un evento y después se desdiga y prometa el voto para otro Estado. ¿Es razonable?
O ¿es sensato que el Perú no tenga Embajada en Emiratos Árabes Unidos, siendo este país el octavo mayor inversionista -y el primero árabe- y más aún que está por abrir operaciones Emirates Airlines en el Perú?
Y, también, que no tengamos Embajada en Azerbaiyán. una potencia en el Cáucaso, gasífera y de hidrocarburos, e influyente en el concierto internacional, porque una diplomática ociosa no hizo nada y recomendó que la Cancillería cierre la misión?
O la no condecoración al representante del Papa -que, además, tuvo una brillante gestión en el Perú- por sinrazones y ajenas a las relaciones peruano-vaticanas.
¿Esta es la imagen del Perú que la Cancillería trata de proyectar internacionalmente? Existe una gran falta de seriedad, coherencia y sensatez. Por todo ello, ¿Es el Perú un país confiable en la comunidad internacional?
Como paréntesis, claro que también hay cosas positivas, las negociaciones para presidir la Alianza del Pacífico frente a la tozudez de López Obrador y de Petro, que contó con el apoyo de la nueva canciller de México y del ministro de RR. EE. de Chile. Las buenas relaciones con Brasil, la solución del problema de los refugiados con Chile, etc. Cierro paréntesis.

¡Decisión ya!

Volviendo al tema que nos preocupa, la presidente Dina Boluarte no ha resarcido aún el daño que ha causado su antecesor en las relaciones con Marruecos. Ella es la que debe decidir, porque de acuerdo a la Constitución, dirige la política exterior, y es su órgano técnico, la Cancillería, la que la debe aconsejarla haciéndole un análisis FODA, sin posturas ideológicas que tanto daño hacen a las relaciones internacionales.
En el caso de la República Saharaui, y lo sabe bien la Cancillería, es un Estado que no existe y que no cumple los requisitos para serlo, porque de acuerdo al derecho internacional, tiene que tener territorio, gobierno y población (yo estuve en Tinduf y comprobé que no tiene territorio, pues este está en Argelia). Es importante mencionar también que no integra las Naciones Unidas, La Cancillería aduce razones principistas, no hay tales, aplica razones maximalistas. El tema del Sáhara Occidental se encuentra en las Naciones Unidas y la posición tradicional del Perú fue de neutralidad positiva.
¿Se minimizan las relaciones con Marruecos?
Cabe destacar que el Consejo de Seguridad desde hace más de 15 años apoya la autonomía ofrecida por Marruecos a su Sáhara, calificándola de “seria, creíble y realista”.
Estados Unidos e Israel reconocen al Sáhara como parte del territorio de Marruecos, España apoya la autonomía ofrecida por Marruecos, 30 países han abierto consulados en Laayún y Dajla y el apoyo va creciendo, mientras el Perú anda como el cangrejo.
Como señalé recientemente, “Marruecos pone claro las cosas: son países amigos los que respetan su integridad territorial y apoyan su causa nacional. Es una nación muy influyente en el mundo árabe y africano (más de 60 votos en Naciones Unidas). Asimismo, es aliado de Occidente”. Un país estable y democrático en la región, reconocido internacionalmente por su lucha contra el terrorismo. Hay que recordar, del mismo modo, que el rey Mohammed VI, es descendiente del profeta Mohamed (Mahoma).
La República Saharaui, inexistente y pichiruche, no solo no nos beneficia en nada, sino que es un lastre en las relaciones internacionales. No olvidemos tampoco que, por esas torpezas de Castillo, en complicidad con la Cancillería, perdimos 125 millones de dólares en fertilizantes, que nos iba a donar Marruecos.
Y hay algo que no hay que olvidar. Es muy importante -en toda relación- no ser desagradecido. Es bueno refrescar la memoria para los diplomáticos y nuevos funcionarios de la Cancillería, la valiosísima intervención -en el litigio marítimo con Chile- del juez marroquí de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Mohamed Bennouna, que, sin duda, con el apoyo del Gobierno de Marruecos -y, a petición de Torre Tagle-, realizó -casi al cierre y antes de la deliberación de la sentencia- unas sorprendentes y decisivas preguntas a la delegación chilena, que trastabilló y definió el curso del litigio a favor del Perú, hace casi ya 10 años.
¿Se realizarán en el 2024 los 60 años de relaciones diplomáticas con Marruecos?
Al margen de ello, creo que lo más importante, es que Marruecos merece respeto.

 

 

 

 

 

 

 

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