Con la sana razón y sin ningún tipo de apasionamiento, lo acontecido la tarde del domingo, en nuestro aeropuerto internacional Jorge Chávez deja una serie de vacíos y dudas.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez-Reyes, muy a la ligera aseguró que no había responsabilidad ni de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial S.A. (Corpac) ni de Lima Airport Partners (LAP), ya que se trató de un corto circuitorgu, argumentando “Estamos ante un evento fortuito, no es un evento vinculado a problemas de mantenimiento, fue fortuito y resolverlo ha tomado desde las 6 p.m. hasta las 4 a.m.”, aseguró.
Sin embargo, responsabilizó a LAP por tener inoperativa la segunda pista de aterrizaje.
La Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial S.A. (CORPAC) anunció a través de sus redes sociales, a las 7:40 p.m., que “el sistema de luces de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Jorge Chávez, ha sufrido un desperfecto”, luego volvieron a pronunciarse “se ha logrado identificar la falla en uno de los circuitos del sistema eléctrico de las luces en la pista de aterrizaje del Aeropuerto Jorge Chávez”.
Finalmente se reventaron cohetes como Nochebuena al afirmar “Gracias al compromiso de nuestro equipo humano, se ha logrado solucionar este inconveniente en el sistema eléctrico de las luces de la pista de aterrizaje”, indica la empresa cuestionada.
Tras el incidente se cancelaron 215 vuelos de salida y más de 30 vuelos fueron desviados a otros aeropuertos.
Corpac es responsable por la inoperatividad de la segunda pista de aterrizaje. Por su parte, Ositran emitió un comunicado, en el que señaló que inspeccionó las luces de la pista. En ese sentido, aseveró que el problema se halló en el “circuito primario de las luces de borde de pista a cargo de Corpac”.
Cabe precisar que el problema fue el circuito primario de las luces de borde de pista a cargo de Corpac y bajo el ámbito de supervisión de la Dirección General de Aeronáutica Civil del ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
Gracias a Dios no se suscitó una tragedia, pero aquí hay responsables y responsables políticos.
Los pasajeros o las líneas aéreas tranquilamente pueden demandar al ministerio de Transportes y Comunicaciones o a Corpac por tener gente fortuitamente tan indocta.