OPINIÓN/ Arequipa lidera la revolución con proyectos de energías renovables

Escribe:  Julio Cáceres Arce

Presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa

La disponibilidad de energía limpia y a precios competitivos es un factor determinante para atraer inversiones y generar empleo de calidad.

La reciente aprobación del Estudio de Impacto Ambiental Detallado (EIA-d) para la Planta de Hidrógeno Verde «Horizonte de Verano» en Arequipa por parte del Ministerio de la Producción (PRODUCE) es mucho más que un simple trámite administrativo. Es una señal que el Perú está tomando en serio su compromiso con la transición energética y apostando decididamente por un futuro sostenible. Con una inversión estimada de US$11.200 millones, este proyecto se erige como el más ambicioso de su tipo en Latinoamérica, y coloca a Arequipa y al país en el epicentro de la producción de hidrógeno verde en la región.

Esta decisión no solo representa un hito para la industrialización sostenible del Perú, sino que también consolida nuestra posición como un actor clave en la producción de hidrógeno verde, un recurso fundamental para la transición energética global.

Como bien destacó el ministro de la Producción, Sergio González Guerrero, esta planta no solo impulsará el empleo y el desarrollo en Arequipa, sino que también nos posicionará a la vanguardia de la industria química y energética limpia en América Latina.

La visión estratégica de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA) en los últimos años fue fundamental en este proceso. Desde la promoción activa de este tipo de inversiones hasta la organización de foros como «Arequipa destino y proveedor de energías limpias y bajas en carbono», la Cámara ha sabido identificar el potencial de la región para convertirse en un polo de desarrollo en energías renovables.

Es alentador observar que Arequipa ya cuenta con quince proyectos de energías renovables en ejecución, incluyendo ocho centrales solares fotovoltaicas que representan una inversión superior a los 5 billones de dólares. Esto demuestra el compromiso de la región con la diversificación de su matriz energética y su apuesta por un modelo de desarrollo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

La ejecución de estos proyectos no solo es crucial para cubrir el déficit de energía que enfrenta el país, sino también para impulsar la competitividad de sectores clave como la agroexportación, especialmente con la puesta en marcha de proyectos de irrigación como Majes Siguas II y Majes I, que esperamos en el más corto tiempo se destrabe y se supere el arbitraje internacional.

La disponibilidad de energía limpia y a precios competitivos es un factor determinante para atraer inversiones y generar empleo de calidad.

Es importante destacar que la transición hacia un modelo energético sostenible no es solo una responsabilidad del gobierno o de las empresas, requiere del compromiso de toda la sociedad. Debemos fomentar la innovación, la investigación y el desarrollo de tecnologías limpias, así como promover la capacitación de profesionales en este campo.

También es fundamental crear un marco regulatorio claro y estable que incentive la inversión en energías renovables y que garantice la seguridad jurídica de los proyectos. La masificación del gas natural, como propone TGP con una inversión de US$ 2 mil millones en beneficio de familias e industrias de Moquegua y Arequipa, puede ser una solución complementaria para asegurar el suministro energético en el corto y mediano plazo, pero no debemos perder de vista el objetivo final de transitar hacia una matriz energética 100% renovable.

La aprobación del proyecto «Horizonte de Verano» y la apuesta por las energías renovables en Arequipa son motivos para celebrar. El Perú tiene el potencial de convertirse en un líder regional en la producción de energía limpia y en la construcción de un futuro más sostenible para todos. Es hora de redoblar los esfuerzos y trabajar juntos para hacer realidad esta visión.

En esa línea, desde la CCIA seguiremos respaldando toda iniciativa que apunte a la generación de este tipo de energías para un futuro sostenible y prometedor que acompañe el desarrollo regional y del país.