El otro país latinoamericano no mencionado es Cuba, sobre el que EE.UU. mantiene un embargo comercial.
3. Cómo han reaccionado los países afectados
Gobiernos, líderes políticos y organismos empresariales expresaron su preocupación por el posible impacto de los nuevos aranceles en el comercio global y en las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
«En una guerra comercial nadie gana, y el proteccionismo no tiene salida», afirmó el Ministerio de Comercio de China, el país al que Trump ha impuesto el mayor castigo.


Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Tras pedir anulación de las medidas y «resolver adecuadamente las diferencias (…) mediante un diálogo equitativo», el organismo gubernamental advirtió, en un comunicado, que «China tomará contramedidas firmes para salvaguardar sus derechos e intereses».
Sin embargo, hasta el momento desde Beijing no han informado en qué consistiría su respuesta.
Antes, la prensa estatal del gigante asiático calificó como acto de «intimidación contraproducente» los aranceles.
Desde el viejo continente, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dijo que los aranceles son un duro golpe para la economía mundial.
«Seamos claros sobre las enormes consecuencias: la economía mundial sufrirá enormemente, la incertidumbre se disparará y desencadenará un mayor proteccionismo», aseguró.
«Las consecuencias serán nefastas para millones de personas en todo el mundo».
Von der Leyen también dijo que Europa ya está ultimando su primer paquete de medidas en respuesta a los primeros aranceles al acero y preparando nuevas contramedidas si las negociaciones fracasan.
«Sé que muchos de ustedes se sienten defraudados por nuestro aliado más antiguo», dijo. «Debemos prepararnos para el impacto que esto inevitablemente tendrá».
«Europa se mantiene unida: por las empresas, por los ciudadanos y por todos los europeos, y seguiremos construyendo puentes con todos aquellos que, como nosotros, se preocupan por un comercio justo y basado en normas como base de la prosperidad», aseguró.
Previamente, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, había calificado las medidas de Trump como «erróneas» y advirtió que podrían desembocar en una guerra comercial que «inevitablemente debilitaría a Occidente en favor de otros actores globales».


China, el país más golpeado por los aranceles de Trump, ha prometido una respuesta contundente, al tiempo que ha abogado por el diálogo.

Por su parte, el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, abogó por «recuperar el camino del comercio y la cooperación con EE.UU. para que la gente de nuestros países pueda disfrutar de una vida mejor».
Karin Keller-Sutter, presidenta de Suiza, país al que se le impondrá un arancel del 31%, afirmó que su gobierno «determinará rápidamente» medidas de respuesta.
En América del Sur, el gobierno de Brasil declaró que «está evaluando todas las acciones posibles para garantizar la reciprocidad en el comercio bilateral, incluyendo recurrir a la Organización Mundial del Comercio (OMC), en defensa de los legítimos intereses nacionales».
Desde Colombia, la canciller Laura Sarabia indicó que se están estudiando las medidas «con el fin de proteger la industria nacional y a nuestros exportadores».
En Corea del Sur (país al que Trump ha impuesto un arancel del 25%) el presidente interino Han Duck-Soo reconoció que «la guerra comercial global ya es una realidad» y su gobierno «debe emplear todas sus capacidades» para superarla.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, pese a que su país quedó exento de la nueva ronda de aranceles, adoptó un tono firme y prometió contramedidas.
«Es fundamental actuar con determinación y contundencia, y eso es lo que haremos», aseveró.
En Reino Unido, la Confederación de la Industria Británica describió el anuncio como «profundamente preocupante para las empresas», y las Cámaras de Comercio Británicas advirtieron sobre posibles caídas en la demanda y aumentos de precios.
El Instituto de Investigación de Políticas Públicas estimó que solamente en la industria automotriz británica 25.000 puestos de trabajo podrían desaparecer debido a las medidas, reportó Michael Race, reportero de economía de la BBC.
4. Cuáles son las consecuencias para el comercio mundial
Los nuevos aranceles de Trump suponen, según los expertos, un giro radical en la política comercial de Estados Unidos y un duro golpe al sistema multilateral de comercio que Washington contribuyó a construir tras la Segunda Guerra Mundial.
La decisión de aplicar un arancel base del 10% a todas las importaciones, junto con tasas mucho más elevadas para las decenas de países considerados «los peores infractores», amenaza con desatar consecuencias económicas a escala global.


Los índices asiáticos, como el Nikkei, recibieron el anuncio con fuertes caídas al inicio de la jornada del jueves.

El primero de los efectos previstos es un aumento generalizado de los precios para los consumidores estadounidenses en artículos como vehículos, prendas de ropa, electrodomésticos, bicicletas y vinos y licores.
«El aumento en los precios es probable que se materialice muy rápidamente», declaró a la BBC Gustavo Flores-Macías, profesor de políticas públicas en la Universidad de Cornell
El académico también puso en duda que la promesa de Trump de generar empleos manufactureros en EE.UU. tenga resultados inmediatos y vaticinó que «si se materializa, será a largo plazo».
La reacción en las bolsas fue negativa: empresas fuertemente expuestas al comercio internacional, como Apple, Amazon o Nike, registraron caídas significativas en las negociaciones tras el cierre de la jornada en Wall Street.
Ken Rogoff, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional, habló de «una bomba nuclear sobre el sistema comercial global» en declaraciones a la BBC y dijo que, tras este giro proteccionista, la posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión es del 50%.
Olu Sonola, jefe de investigación económica en la agencia Fitch Ratings, consideró que «se trata de un cambio de juego, no solo para la economía de EE.UU., sino para la economía global».
Afirmó que, con estas medidas, la tasa efectiva de aranceles en Estados Unidos regresaría a niveles no vistos desde 1910 y «muchos países probablemente acabarán en recesión».
Otro efecto colateral es la posible erosión de tratados comerciales vigentes desde hace décadas: la imposición unilateral de aranceles y la amenaza de una guerra comercial podrían, según analistas, debilitar alianzas históricas y fomentar un entorno de incertidumbre en los mercados.
«El sistema internacional de comercio se está desmoronando», resumió el profesor Flores-Macías.
TOMADO DE: https://www.bbc.com/mundo/articles/c77n43jdy6go