CAJAMARCA: POBREZA EXTREMA Y RIQUEZA MINERA
(El Montonero).- La región de Cajamarca, ubicada en el norte de Perú, se enfrenta a una profunda contradicción entre su vasta riqueza mineral y su situación como la región más pobre del Perú. A lo largo de los años, esta región ha sido influenciada por narrativas adversas a la industria minera, promovidas por activistas antimineros y corrientes ideológicas de izquierda radical. Estas perspectivas han sembrado la creencia de que la minería es inherentemente perjudicial para la agricultura, contamina los recursos hídricos y daña el entorno ecológico. Como resultado, valiosos yacimientos minerales permanecen inactivos en Cajamarca.
Proyectos mineros podrían generar un milagro económico en la región
Esta inacción ha tenido un alto costo económico y social para la región. Cajamarca se encuentra entre las regiones más empobrecidas de Perú, con cifras alarmantes. Según estadísticas recientes, 16 de los 20 distritos con los índices de pobreza más acentuados en el país están en Cajamarca, donde más del 44.3% de la población padece este flagelo social. Según un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), más de 76,000 habitantes de Cajamarca han caído en la pobreza extrema en el último año.
A pesar de estos problemas, Cajamarca alberga una cartera de inversiones en el sector minero que podría cambiar drásticamente la región en un futuro cercano. En el norte de Cajamarca, específicamente, se encuentra el «cinturón de cobre del norte», que incluye proyectos mineros de envergadura como Conga, El Galeno, La Granja y Michiquillay, entre otros. Estos proyectos representan inversiones multimillonarias que podrían generar una producción anual de 1.5 millones de Toneladas Métricas de Cobre (TMC), impulsando la economía y transformando la dinámica regional.
En la cartera minera de Cajamarca, el proyecto Michiquillay se erige como el más importante, un posible catalizador del desarrollo en la región y el norte del Perú,y hasta promete un aumento significativo en la producción nacional de cobre. Este proyecto ya ha superado los obstáculos burocráticos y cumplido con todos los protocolos ambientales, recibiendo la aprobación del Ministerio de Energía y Minas (Minem) para avanzar en su ejecución, incluyendo la aprobación de su Estudio de Impacto Ambiental en octubre del año pasado.
Actualmente, el proyecto se encuentra en una fase avanzada de exploración y en febrero de este año, la compañía presentó la solicitud para iniciar las operaciones de explotación. Además, se han establecido diálogos constructivos con autoridades locales, regionales y las comunidades vecinas para impulsar programas de desarrollo sostenible en la región, culminando en la creación del Fondo Social Michiquillay (FSM).
Michiquillay es un yacimiento mineral de gran envergadura, con más de 2,200 millones de toneladas métricas, con predominancia de cobre y presencia de oro, plata y molibdeno. Su explotación promete generar ingresos significativos a través de impuestos, canon y regalías mineras, así como la creación de miles de empleos directos e indirectos, impulsando la economía local.
Estas iniciativas no solo transformarán la economía de Cajamarca sino también mejorarán la calidad de vida de sus habitantes.
Southern Peru, la empresa detrás del proyecto, está comprometida con un enfoque proactivo hacia el desarrollo sostenible. Para ello implementará tecnologías innovadoras para minimizar el impacto ambiental y social, como un sistema de transporte de mineral libre de camiones, reduciendo el impacto en la flora y fauna y las emisiones de gases contaminantes. También se aplicarán medidas para la gestión de residuos y se establecerá un monitoreo continuo de la calidad del agua y del aire.
Recientemente, el Consejo del Fondo Social Michiquillay ha asignado terrenos para el proyecto «Desarrollo de la ganadería lechera en el sector Chim Chin de la Comunidad Campesina de Michiquillay«. Además, se han destinado recursos para iniciativas de riego tecnificado y mejora de pastizales, beneficiando a 240 personas hasta la fecha. Además, se brindará capacitación técnica para asegurar el éxito de estas actividades.
Michiquillay y el Fondo Social Michiquillay ejemplifican los beneficios de una minería moderna y socialmente responsable. El FSM también promueve actividades de impacto social a través de plataformas digitales, como talleres de orientación profesional, asesoría a estudiantes universitarios y proyectos agrícolas y de riego tecnificado. Estas iniciativas no solo transformarán la economía de Cajamarca sino también mejorarán la calidad de vida de sus habitantes.
TOMADO DE : https://elmontonero.pe/economia/cajamarca-pobreza-extrema-y-riqueza-minera