EL CORAZON DEL ESTADO DE DERECHO

La pregunta es porqué los grupos violentistas, que los afiebrados izquierdistas llaman pomposamente “masas”, atacan preferentemente tres instituciones esenciales, a saber: el Poder Judicial, el Ministerio Público y a la prensa, tiene una sola respuesta clara: porque constituyen la médula del Estado de derecho.

 

lo que se quiere destruir a toda costa es precisamente eso, la esencia de la forma democrática de vida para instaurar un régimen autoritario, represor y del terror

 

            En efecto, más allá del propio Poder Ejecutivo, desde donde se puede ejercer un poder casi descontrolado, y un ejercicio presupuestal poco proclive al control, más allá del propio Congreso, que es una masa amorfa de integrantes variopintos, donde muy pocos dan la talla ciudadana y la mayoría es justificadamente objetada por la ciudadanía, o desde un Poder Electoral con poca credibilidad y muy funcional al actual caviar-izquierdismo y que nadie ataca, más allá de todo eso, el PJ, el MP y la prensa son los principales escollos frente a los desmanes, el autoritarismo y la violencia.

            En un Estado de derecho la persecución del delito en general, y de la corrupción en particular, corresponde preponderantemente al MP.  Ya lo ha demostrado la joven y valiente Fiscal de la Nación, a quien ahora los vacados del Poder Ejecutivo han enfilado todas las baterías, al punto que ha trascendido que el -ahora- expresidente pretendió nada menos que hacer detener sin orden judicial ni autoridad alguna.

Las condenas legales y basadas en la Constitución y el derecho corresponden al PJ, y  un PJ libre que es el único que puede imponer condenas basadas en el derecho y en la constitución por todos respetadas, es el que tiene ahora detenido a Pedro Castillo por un intento de golpe de Estado que ahora sus principales responsables niegan a mil voces, señalándonos que el 7 de diciembre no escuchamos lo que escuchamos, ni vimos lo que vimos.

            Y, finalmente está la prensa independiente, la que hace denuncias publicas y necesarias investigaciones, la que también está en la línea de fuego, porque es bien sabido -está en el manual- que, en la dictadura, como en la guerra, lo primero que sucumbe es la verdad, y la libertad de expresarla por todos los medios de comunicación disponibles.

            Por eso el ataque artero a estas tres instituciones básicas de una democracia, porque lo que se quiere destruir a toda costa es precisamente eso, la esencia de la forma democrática de vida para instaurar un régimen autoritario, represor y del terror que, bajo la instalación de una supuesta “asamblea constituyente” y de una “nueva constitución” no se haga otra cosa que una perpetuación en el poder al que a duras penas llegaron, y que no supieron ejercer democráticamente, por lo que ahora lo quieren arrebatar por la violencia y el terror.  ¿Suena conocido ese libreto?  Solo que ahora con otros nombres y con otros actores.