Buenas noticias. El gobierno israelí comunicó que ese país se está preparando para implementar inmediatamente la primera fase del plan de paz sobre Gaza propuesto por Estados Unidos.
El anuncio se dio horas después que Hamás informara sobre su disposición de entregar todos los rehenes que aún mantiene en su poder, como señal de una aceptación parcial del referido plan, aunque indicó que todavía hay puntos por negociar.
«Continuaremos trabajando en plena cooperación con el presidente (de EE.UU.) y su equipo para poner fin a la guerra de acuerdo con los principios expuestos por Israel, que se corresponden con la visión de Trump para terminar la guerra», indicó en un escueto comunicado la oficina de prensa del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Pese a ello, medios locales y la televisión catarí Al Jazeera reportaron que los ataques en la Franja no cesaron el fin de semana. Al respecto, el portavoz de la Defensa Civil de Gaza publicó en su canal de Telegram que la ciudad de Gaza estaba siendo víctima de «bombardeos sin piedad».
El viernes, el grupo islamista Hamás declaró su disposición de liberar a los rehenes bajo las premisas del plan diseñado por Trump y de negociar de forma inmediata los detalles del acuerdo de paz.
Trump celebró la decisión de la organización en un video publicado en sus redes sociales y aplaudió estar «cerca de lograr» que termine la guerra de Israel en la Franja de Gaza.
Además, exigió a Israel que cesara al instante los bombardeos sobre el enclave palestino para poder dar lugar a la liberación de los rehenes que siguen bajo custodia de Hamás.
El plan de 20 puntos que presentó Trump el pasado lunes en la Casa Blanca, aceptado por Netanyahu durante su visita a Washington, propone el fin inmediato de la guerra, la liberación de los rehenes por parte de Hamás y la formación de un gobierno de transición para Gaza que estaría supervisado por el mandatario estadounidense y el ex primer ministro británico Tony Blair.
Dicha hoja de ruta también contempla la desmilitarización de la Franja y la posibilidad de negociar en el futuro un Estado palestino, algo descartado, sin embargo, por el primer ministro israelí.