Oficiales de las embajadas de Estados Unidos en Lima y Quito se unieron, la semana pasada, a sus homólogos de los gobiernos de Perú y Ecuador en una visita conjunta a la región fronteriza de Tumbes–Huaquillas, con lo cual reafirmaron el compromiso continuo del país norteamericano en la lucha contra el crimen transnacional y el fortalecimiento de la seguridad fronteriza regional.
Para reforzar la seguridad fronteriza
La delegación incluyó representantes de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado (INL), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y la Administración para el Control de Drogas (DEA).
Ellos se reunieron con autoridades de seguridad y del orden del Perú y Ecuador para destacar la importancia de la colaboración transfronteriza en la lucha contra el tráfico de drogas, criminales y otros bienes ilícitos.
Por parte de Perú participaron representantes de la Policía Nacional del Perú (PNP), la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT) y Migraciones; mientras que la delegación ecuatoriana incluyó funcionarios de la Policía Nacional del Ecuador (PNE), el Ministerio del Interior, el Servicio Nacional de Aduana (SENAE) y Migración Ecuador.
La participación activa de todas las partes reflejó un compromiso compartido con el fortalecimiento de la cooperación institucional en la frontera.
Durante la visita, el grupo recorrió zonas de cruce oficiales e informales, incluyendo el puesto de control de Aguas Verdes en el norte del Perú. Las autoridades evaluaron vulnerabilidades, compartieron experiencias sobre desafíos operativos y abordaron los próximos pasos para formalizar mecanismos de intercambio de información y operaciones conjuntas.
Las autoridades peruanas expresaron preocupación por las limitaciones de recursos, especialmente en zonas de alto tránsito como Aguas Verdes, donde solo diez efectivos de la policía de fronteras están asignados en turnos rotativos de tres meses.
A pesar de contar con 976 efectivos de patrullaje fronterizo a nivel nacional, Perú enfrenta una fuerte presión en su frontera norte, donde se han identificado 137 pasos ilegales activos utilizados para el contrabando. Los funcionarios subrayaron la necesidad de mayor financiamiento y equipamiento por parte del gobierno central para reforzar la defensa en primera línea.
La visita concluyó con una sesión de trabajo trilateral centrada en mejorar la coordinación interinstitucional y desarrollar enfoques sostenibles e institucionalizados para la cooperación transfronteriza.
