OPINIÓN/ Contener la anarquía y avanzar hacia el 2026
(El Montonero).- En comparación a lo que sucede en Colombia, Bolivia e incluso en Chile –países en los que la polarización política convierte a los procesos electorales en guerras del fin del mundo– en el Perú la precaria estabilidad política conseguida comienza a desatar varios círculos virtuosos de la economía y la sociedad. Si bien es cierto que la estabilidad y la reactivación de la economía dependen de las elecciones del 2026 y de la elección de un gobierno con sentido común y de un Legislativo aceptable (sobre todo en el caso del Senado) es evidente que el Perú debe celebrar el momento que se comienza a alcanzar.
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Las tareas para mantener la fortaleza de las instituciones
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