cuando se crean condiciones estables y bien gestionadas desde la dirigencia, el fútbol peruano tiene capacidad para llegar a la élite
Lamentablemente, en Perú nos hemos convertido en un país donde en muchos temas públicos, las cosas caminan mal. Y si algo marcha bien, confluyen fuerzas obscuras y destructoras para que camine mal, para que la norma de la entropía gane a las excepciones.
Es el caso del fútbol, donde luego de muchos años de muy deficiente y nada transparente gestión de los dirigentes de la FPF, las cosas comenzaron a marchar como debía ser. Gracias a una eficiente gestión de un equipo dirigencial presidido por Edwin Oviedo, se logró primero el subcampeonato de la Copa América Brasil 2019, y luego la largamente esperada clasificación a un Mundial, lográndose el pasaje a Rusia 2018.
¡Luego de 36 años volvíamos al Mundial de Fútbol! Todo parecía un sueño, el fútbol peruano renacía, la FIFA llegó a reconocernos en el puesto 10 del ranking mundial.
Edwin Oviedo presidió la FPF desde diciembre de 2014 hasta diciembre de 2018. Organizó un gran equipo gerencial dirigido por Juan Matute, e integrado por Willy Ackermann, Manuel Rangel, Antonio García Pye y otros gerentes.
Este eficiente equipo profesional dio soporte e impulsó a un destacado equipo deportivo con Ricardo Gareca como entrenador, técnicos calificados y futbolistas que lo dieron todo para llegar a Rusia 2018, mostrando su alta calidad en la cancha.
Quedó demostrado que, cuando se crean condiciones estables y bien gestionadas desde la dirigencia, el fútbol peruano tiene capacidad para llegar a la élite. Nada de lo logrado fue producto del azar, sino de una estructura que funcionó.
Esa experiencia evidenció que el éxito solo llega con dirigentes competentes, y una Federación que trabaja con estrategia y claridad, y que impulsa un proceso integral desde la formación hasta el alto rendimiento. En ese contexto, los jugadores peruanos alcanzaron altos niveles competitivos que hoy, en medio del caos, se han evaporado.
Pero como las cosas públicas que funcionan bien suelen ser destruidas en el Perú por algunos peruanos que se encargan de ello, en diciembre de 2018 Edwin Oviedo concluyó su gestión por una acción judicial que finalizó en agosto de 2024, cuando fue absuelto. En abril de 2025, la Corte Superior de La Libertad ratificó la absolución, cerrando el caso.
En diciembre de 2018 Agustín Lozano tomó la presidencia de la FPF, iniciando una gestión gris y turbulenta.
Lozano ha sido investigado por la Fiscalía como presunto líder de la organización criminal “Los Galácticos” dentro de la FPF, acusado de malversación de fondos, manejo irregular de los derechos de televisión, presunto favorecimiento a 1190 Sports, uso indebido de recursos de la FPF para viajes y gastos no deportivos.
También es cuestionado por conflicto de intereses por su club Juan Pablo II College, que ascendió progresivamente hasta llegar a primera división mientras él presidía la FPF. En 2024 el poder judicial ordenó su detención preliminar por el caso “Los Galácticos”.
En la actualidad tiene procesos judiciales activos y ha sido premiado con la reelección como presidente de la FPF hasta 2030.
Su gestión como presidente de la FPF ha sido opaca, la selección nacional ha realizado una pobre actuación en las clasificatorias para el mundial de fútbol de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá. Perú quedó en el puesto 9 entre 10 países sudamericanos.
Luego de concluir el contrato de Ricardo Gareca en julio de 2022, nuestro representativo nacional de fútbol ha tenido como entrenadores a Reynoso, Fossati, Ibáñez y Barretto, cuatro directores técnicos en tres años y tres meses. Ninguno dio los resultados que hubiéramos querido los peruanos.
Así, la eficiente gestión dirigencial y deportiva presidida por Edwin Oviedo que nos dio grandes triunfos, fue sucedida por la deficiente gestión de Agustín Lozano, que nada bueno ha dado al país.
Como si nada, como si la ilusión de un pueblo valiera nada.