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OPINIÓN/ Lagartos y lagartijas

NO ATRACO

Por: Elmer Barrio de Mendoza

 

Los caballos están en el partidor… y están inquietos.

¿Habrá 37 candidatos presidenciales? De hecho, dos partidos abandonaron la ilusión presidencial. Es probable que otros lo hagan antes del 23 de diciembre. Dudo que haya financiadores interesados en los 37 potenciales candidatos y ya varios están razonando con calculadora.

Igual hay otras candidaturas bajo la sombra de la sospecha. La más preocupante, por ahora, parece ser la de Acción Popular, pero hay otras, que corren el riesgo de ser observadas (y eventualmente rechazadas) por el Sistema Electoral.

La democracia moderna se sustenta en los partidos que, para mantener el orden democrático, no pueden ser muchos. Los dedos de una mano deberían sobrar. La idea es ser capaces de construir consensos nacionales (si se puede más que eso, en buena hora) y eso no puede suceder con demasiadas alternativas.

Lo que la Comisión Tuesta propició, titereteada por Martín Vizcarra, fue este desastre cuantitativo que vivimos hoy en el Perú. La “reforma política” fue un auténtico estropicio caviar. Y Vizcarra la ajustó, igual que hizo con la “reforma del Sistema de Justicia”, a su propia sociopatía.

En fin, no sé cuántas lograrán sostenerse en pie al 12 de abril de 2026, Lo que sí sé es que el factor financiero es determinante para ello. Y aquí viene el peso real de la economía criminal. La economía ilegal mueve por lo menos 5 mil millones de dólares. ¿Cuánto le costaría financiar a todas las candidaturas?

Si asumimos que, de acuerdo a los antecedentes, alcanza con un millón de dólares por organización o alianza y asumimos que van los 37 candidatos que quedan, estaríamos hablando de 37 millones de dólares, una cantidad ínfima para lo que genera este conjunto de actividades delictivas.

Pero seguramente este cartel del crimen concentrará su apoyo sólo entre quienes tienen posibilidades. Por tanto, con mucho, necesitarán dar soporte económico a unos quince candidatos. Con ello asegurarán, si no un presidente, un control claro del Congreso.

Todo esto será así sólo en caso de que este tema no sea el eje principal de la campaña. Por tanto, todo aquél que eluda tocar este asunto debe ser de hecho catalogado como cómplice de las economías criminales. Será más claro aun en el caso de quienes las defiendan.

En 2026 se juega el país, no hay lugar para las concesiones. Esto no es un vértice entre izquierda y derecha, es un vértice entre decencia y criminalidad y así debe ser tomado.

Minería ilegal, tráfico de terrenos, narcotráfico, extracción y comercialización ilegal de madera, trata de personas, extorsiones y sicariato son los verdaderos enemigos. Que no intenten disfrazarse de “pueblo oprimido” cuando sólo son delincuentes.

¿Estamos ante nuestra última oportunidad o ya perdimos la batalla? ¿Tenemos un Estado o ya perdimos el control territorial? Lo que viene pasando en la campaña de la selección primaria de candidatos huele a putrefacción generalizada. ¿Todos son lagartos y lagartijas o todavía hay algún salvo?

Verifiquemos en todas las listas y en todas las conductas quiénes están de qué lado, sobre todo en el caso de aquellos que enarbolan la moralidad como bandera (esos tienden a ser los peores). Ésa es la opción del voto decente. Quizá así tengamos un gobierno de salvación nacional.

Y el primero que tiene que demostrar de qué lado está tiene nombre y apellido. Se llama José Jerí. Se acabó el tiempo de la finta y el regate.

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