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OPINIÓN/ Porkys’s train (II)

NO ATRACO

Escribe: Elmer Barrio de Mendoza

No necesitamos ser expertos en transporte o en finanzas (sino escuchar a los expertos en transporte o en finanzas) para plantearnos honestas dudas. Dudo, luego pienso; pienso, luego existo. Descartes tuvo razón.

No pensé escribir tan rápido este artículo, pero las cosas transcurren raudas y el tren no tanto, así que allá vamos.

Dijimos en artículo anterior que la coincidencia total en que debe haber una solución rápida al transporte masivo en Lima Este no debería llevarnos a ignorar que hechos contundentes y opinables requieren debate público y transparente, porque es un derecho de TODOS LOS CIUDADANOS (y no sólo de los expertos en transporte) conocer claramente lo fundamental de las inversiones públicas.

Señalamos que, para comenzar había que absolver la solicitud de la SUNAT de explicar la diferencia del valor registrado para la misma donación: mientras el donante (CALTRAIN) establece menos de 5 millones de dólares para por los 90 coches, 19 locomotoras y 4 contenedores de repuestos donados; la Municipalidad Metropolitana de Lima, mediante acuerdo de Concejo, les asigna un valor equivalente a 230 millones de dólares. Esta gran diferencia tiene que explicarse ante la SUNAT y ante la opinión pública. Estamos esperando.

También dijimos que debía comunicarse prontamente el cronograma imprescindible para el funcionamiento del tren Lima-Chosica y cumplir rigurosamente su ejecución. Una funcionaria de la Municipalidad dijo que el tren estaría operando en noviembre de este año, pero antes el propio alcalde dijo que habría “marcha blanca” en julio.

Los anuncios voluntariosos de muy poco sirven, si es que sirven de algo. Ahora ya está claro que, antes de ninguna “marcha blanca” debe haberse elegido al operador, adaptado el sistema de rieles, mejorado los cruces, construido estacionamientos y barreras y otros prerrequisitos indispensables.

Se sabe ya que Ferrocarril Central Andino, la firma concesionaria de la ruta, ha presentado una propuesta de adenda a la Municipalidad, en tanto titular de los vehículos, para luego ser presentada en conjunto al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. En ella se contempla obras por 25 millones de dólares para operar con una sola vía.

Sucede que hay más. El portal El Foco, que dirige Eloy Marchán, tuvo acceso al proyecto elaborado (con anterioridad) por el concesionario y señala que, en esas condiciones, el Tren Lima-Chosica podrá movilizar 11,500 pasajeros diarios y no 200 mil como se anunció originalmente, además de estimar en un año la culminación del proceso preoperativo. Suponiendo que éste se inicie ahora mismo con la Mesa de Trabajo convocada por el MTC, estaríamos hablando de julio del próximo año.

Por otro lado, la Contraloría ha encontrado que el último mantenimiento integral de los trenes (overhaul) fue en 2002 y no en 2020 como se insinuó y que no todos los vehículos estaban en condición óptima, si bien es claro por ahora que no se trata de chatarra. Igual ha señalado que sólo 30 coches y una locomotora están almacenados a cargo del concesionario y que aún se desconoce dónde se almacenará el resto de la donación. Por toda respuesta el alcalde ha dicho que “la Contraloría es figureti”. Esperemos que pronto haya una contestación seria de la Municipalidad.

Obviamente de aquí nace una pregunta inevitable: ¿quién y cómo correrá con los costos de almacenamiento y mantenimiento de toda la flota? Estamos atentos a eso también.

El ingeniero Erich Castillo, en un informe para “El Comercio”, ha establecido que las obligaciones de ley y los requerimientos técnicos no pueden soslayarse en nombre de la buena voluntad. Igual ha dicho el ingeniero Luis Quispe Candia de LUZ ÁMBAR. Ambos comparten igualmente que no se debería, previo cumplimiento de esas obligaciones y requerimientos, desperdiciar la donación recibida.

Pero Castillo agrega un tema medular y es que se necesita dos vías para que el tren de pasajeros cumpla su propósito. Mientras así no sea, la velocidad que puede alcanzar no excedería 15-20 kilómetros por hora. Considerando que el recorrido total es de 36 kilómetros, el tiempo que demoraría el tren sería de alrededor de dos horas. No mucho mejor que ahora. Y, si consideramos que, en una primera etapa, el tren movilizará 11,500 pasajeros diarios, las otras modalidades de transporte no masivo seguirán existiendo y el problema del transporte no se aliviará demasiado.

Queda pendiente un asunto al menos: ¿Cuál será el valor del pasaje, cuánto de ese valor será subsidiado y quién asumirá ese subsidio? Dudo que la Municipalidad de Lima tenga un esquema financiero para ello y tendrá que ser el Tesoro Público, que pagará el subsidio al concesionario.

Pongámoslo más claro y supongamos lo más probable, que Ferrocarril Central Andino sea el operador del Tren de Pasajeros Lima-Chosica. Supongamos que el costo real del pasaje sea de 10 soles y supongamos que el pasaje sea de 3 soles, como por ahí se ha dicho. Entonces ¿la Municipalidad de Lima le arrimará el bulto al Ministerio de Economía y Finanzas y el receptor del subsidio (de 7 soles en nuestro ejemplo) será Ferrocarril Central Andino? Si así fuera, habría mucho más que preguntar.

No necesitamos ser expertos en transporte o en finanzas (sino escuchar a los expertos en transporte o en finanzas) para plantearnos honestas dudas. Dudo, luego pienso; pienso, luego existo. Descartes tuvo razón.

 

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