OPINIÓN/Respetos guardan respetos
Por Antero Flores-Araoz.
A través de los medios de comunicación, de las redes sociales y hasta en las visitas que hace la presidenta de la República Dina Boluarte a diferentes localidades así como en actuaciones, recibe infinidad de improperios e insultos, que no solo la agravian a ella sino en buena cuenta a todo el país, pues ella de conformidad con lo dispuesto en el artículo 110 de la Constitución es “… el Jefe del Estado y personifica a la Nación”.
No conozco a la señora Boluarte, ni siquiera me he topado con ella, ni menos voté por la plancha presidencial de la cual era parte, como es fácil comprender, pero hoy en día ejerce la Presidencia de la República y requiere del respeto de los ciudadanos. Se le puede criticar, claro que si, se le puede investigar pues por supuesto, pero todo ello sin necesidad de insultos ni procacidades.
Nuestro país está en el centro de atención de muchos otros Estados y por varias razones, como es que se está poniendo en actividad el nuevo puerto de Chancay, somos anfitriones de la reunión de APEC, por nuestra ubicación geográfica y posibilidades de negocio somos apetecibles por decir lo menos.
Sin embargo, al mismo tiempo, a quien personifica la Nación se le insulta inmisericordemente sin siquiera reconocerse que en su discurso a la Nación el pasado 28 de julio cambió radicalmente de rumbo, lo que por lo menos es demostrar con ello cierta sensatez, pues con las ideas de su antecesor, a quien reemplazó constitucionalmente, nuestro Perú se iba al abismo.
El ser objeto de atención de otros países significa también que todo lo que se hace por nuestros más importantes funcionarios públicos, como también lo que se dice de ellos, es de conocimiento de los gobernantes del exterior, que no solamente se enteran por la prensa sino por la información que reciben de sus agentes diplomáticos. Esto evidentemente afecta la posición de nuestra presidenta de la República y adicionalmente del Perú.
Quién ejerce la Presidencia de la República “… no sólo es jefe del Ejecutivo sino una institución que es el eje o centro del sistema constitucional” de acuerdo al dicho y pluma del constitucionalista Enrique Bernales Ballesteros, quien agrega que al personificar a la Nación “…es la Nación y no deja de ser al mismo tiempo un ciudadano particular”.
En adición a lo anterior otro reputado constitucionalista como Marcial Rubio Correa señala que al personificar el Presidente de la República a la Nación “… con su presencia física, hace que esté presente simbólicamente el Perú … Nada de lo dicho … excluye la crítica alturada ni la discrepancia …”
Si bien todos tenemos el derecho humano y constitucional a expresarnos, ello no es patente de corso para insultar, ofender ni denostar a quien, nos guste o no, ejerce la Presidencia de la República, es Jefe del Estado y personifica a la Nación. Como dice antigua expresión: respetos guardan respetos.