Perú y Marruecos, necesario fortalecimiento de relaciones
Escribe: Ricardo Sánchez Serra*

El Perú y Marruecos conmemoran este año el 60 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas. En esta histórica relación hubo buenos momentos y también bemoles.
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El deterioro de las relaciones con Marruecos fue inspirado por este “eje del mal”, representado por el encarcelado expresidente Pedro Castillo y sus mayordomos Manuel Rodríguez Cuadros, Óscar Maurtua de Romaña y César Landa
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El mejor momento llegó cuando nos visitó significativamente el Rey de Marruecos, Mohammed VI en el año 2004 y prometió el apoyo de su país, así como de las naciones de su influencia en la Liga Árabe y del mismo modo en África, para que el Perú integrara el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, además de mejorar las relaciones.
También -y ya no es secreto, pero pocos conocen y es necesario refrescar la memoria- la valiosísima intervención -en el litigio marítimo con Chile– del juez marroquí de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Mohamed Bennouna. Los agentes peruanos saben al detalle cómo llegaron a él. El juez, casi al cierre y antes de la deliberación de la sentencia- realizó unas sorprendentes y decisivas preguntas a la delegación chilena, que trastabilló y definió el curso del litigio a favor del Perú, hace ya 10 años, y que espero que, en este aniversario, en justicia y con la verdad en la mano, se incluya este hecho en el libro alusivo a la victoria peruana en La Haya.
Los momentos perniciosos fueron por parte del Perú, cuando nos entrometíamos en la causa nacional, que es la integridad territorial de Marruecos, debido a la ideologización que imponía algún gobierno de izquierda, a instancias del marxista Foro de Sao Paulo, y que recientemente, este deterioro de las relaciones fue inspirado por este “eje del mal”, representado por el encarcelado expresidente Pedro Castillo y sus mayordomos Manuel Rodríguez Cuadros, Óscar Maurtua de Romaña y César Landa, quienes, por meras razones ideológicas y “personales”, y contra los intereses del Perú, decidieron estropear las buenas relaciones con Marruecos, a la par que rompían la tradicional neutralidad positiva que mostraba el Perú en la ONU.
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El Perú debe dar un paso al frente corrigiendo las decisiones erróneas del pasado y abrir un consulado en la ciudad de Dakhla
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En plena crisis de fertilizantes, el Perú, con su postura ideológica, rechazó “de facto” una donación importante de Marruecos, por la que más de dos millones de agricultores peruanos iban a estar tranquilos tres años con ese vital elemento.
Ahora hay que dar vuelta a la página -pero tampoco olvidar- y dejar atrás este maltrato.
Como paréntesis, es necesario referirse a que la causa nacional de Marruecos, va viento en popa con un aluvión de apoyos: Estados Unidos y España reconocen al Sáhara como parte del territorio de Marruecos, al igual que numerosos países entre ellos todos los Estados árabes, menos Argelia, Francia, Alemania, Reino Unido y 12 países mas de la UE apoyan la autonomía ofrecida por Marruecos, 30 países han abierto consulados en Laayún y Dakhla y el apoyo va creciendo. Desde principios de este siglo, Naciones Unidas no habla de referendo y menciona que el plan de autonomía ofrecido por Marruecos es “serio, realista y creíble”.
El Perú y Marruecos deben recuperar el tiempo perdido.
Este año es crucial para recuperar el tiempo pedido, la confianza y consolidar las relaciones entre los dos países.
En este 2024, Perú y Marruecos celebran el 60 aniversario del establecimiento de sus relaciones bilaterales, una oportunidad idónea para trabajar en un partenariado multisectorial diversificado englobando lo político, diplomático, comercial y cultural. Es el paso definitivo para que estas relaciones pasen a considerarse como estratégicas.
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Marruecos es el país más seguro y estable de la región, gozan de una experiencia mundialmente reconocida en la lucha contra el crimen transfronterizo, el terrorismo y el narcotráfico
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En este sentido, creemos que el Perú debe dar un paso al frente corrigiendo las decisiones erróneas del pasado y abrir un consulado en la ciudad de Dakhla, la ciudad donde en pocos años (3 años) tendrá el puerto más importante del Atlántico, un puerto que mirará a nuestro continente y será la puerta de entrada al continente africano como hemos visto hace días en la reunión de los cancilleres de los países del Sahel y Marruecos celebrada en Marrakech. El Marruecos atlántico es una visión estratégica del país y es una realidad, y nosotros debemos aprovechar esta oportunidad estratégica situándonos en la puerta del continente del futuro.
Es muy importante, también, que se establezcan lazos entre el mejor puerto del Mediterráneo -y cuarto en el mundo, de acuerdo al informe del Banco Mundial-, Tánger Med, y los puertos del Callao y Chancay, que no solo beneficiará a nuestro comercio y desarrollo económico, sino que, además, redundará en el servicio del comercio internacional, como punto estratégico de conexión entre nuestras diferentes regiones y países, del mismo modo que atraen inversiones extranjeras y promueven el desarrollo de nuestra industria.

Banderas de Perú y Marruecos en el megapuerto de Tánger Med
De otro lado, ambos países iniciaron negociaciones en 2015 para un Tratado de Libre Comercio, situación que está paralizada y que sería bueno revitalizar. Si bien el intercambio comercial no es el deseable oficialmente, existen numerosos productos peruanos que ingresan a Marruecos a través de Europa, con quien tenemos un TLC.
El tema de los fertilizantes es muy valioso, becas en el tema educativo, transferencia tecnológica. A nivel del turismo, la decisión más urgente que debemos tomar es la exención de visados a los marroquíes que vienen al Perú (ya Marruecos lo hizo con los peruanos hace años) todos sabemos que es un pueblo viajero donde viajan desde Indonesia a Brasil hasta Australia.

Tanger- Med
