Ucrania no cederá parte de su territorio a Rusia, así lo indicó Volodímir Zelenski advirtió ayer, horas después de que Washington y Moscú anunciaran que sus líderes se reunirán el 15 de agosto en Alaska para buscar una salida al conflicto iniciado hace más de tres años.
El presidente estadounidense, Donald Trump, adelantó que en la cumbre “habrá algún intercambio de territorios para beneficio de ambos” —en referencia a Ucrania y Rusia—, sin dar más detalles. La declaración encendió las alarmas en Kiev y en varias capitales europeas.
“Los ucranianos no entregarán su tierra al ocupante. No pueden tomarse decisiones sin Ucrania, sería una decisión contra la paz. La guerra no puede terminar sin nosotros, sin Ucrania”, escribió el presidente ucraniano en sus redes sociales.
Rusia exige que Ucrania ceda las regiones parcialmente ocupadas de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, además de Crimea, anexionada en 2014. También demanda que Kiev renuncie a su aspiración de ingresar a la OTAN y a recibir armas occidentales.
Estas condiciones son inaceptables para Ucrania, que reclama la retirada total de las tropas rusas, garantías de seguridad de sus aliados y el suministro continuo de armamento, así como el eventual despliegue de un contingente europeo, algo que Moscú rechaza tajantemente.
El mandatario ucraniano conversó ayer sábado con el primer ministro británico, Keir Starmer, a quien instó a dar “pasos claros” para alcanzar una paz sostenible. También dialogó con el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la situación diplomática.
En tanto que los asesores de seguridad nacional de Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido se reunieron en territorio británico para unificar posiciones antes de la cumbre Trump-Putin.
La reunión de Alaska —territorio vendido por Rusia a Estados Unidos en 1867— sería la primera entre presidentes en ejercicio de ambos países desde el encuentro Biden-Putin en Ginebra en 2021.
Zelenski ha puesto objeciones con respecto a la ubicación en la que se desarrollarán las conversaciones al indicar que está “muy lejos de esta guerra, que se libra en nuestra tierra, contra nuestro pueblo”.
El Kremlin, en cambio, consideró la elección “lógica” por la proximidad geográfica y sus “intereses económicos compartidos” en la región. Moscú incluso invitó a Trump a realizar una visita recíproca a Rusia.
Sin embargo, lejos de las conversaciones diplomáticas, los combates continúan. En Jersón, un bombardeo ruso contra un autobús civil dejó dos muertos y 16 heridos. En la región de Donetsk, cuatro personas murieron por ataques rusos, mientras que Moscú afirmó haber tomado la aldea de Yablonovka, en uno de los sectores más disputados del este del país.