OPINIÓN/ ¿Qué nos pasa?

NO ATRACO

Escribe: Elmer Barrio de Mendoza

 

el Ministerio Público es el titular de la acción penal y es más permeable que una coladera vieja. La criminalidad organizada está de fiesta, cada fiscal puede hacer su sencillo.

 

Donald Trump anunció el fin de la guerra Israel-Irán y le puso nombre “La Guerra de los 12 días”. La realidad lo desmintió a las pocas horas y llegamos a 13 o 14 jornadas de conflicto. Y a seguir contando porque aunque ahora digan que sí, mañana pueden decir que no. Un día antes pidió para sí mismo el Premio Nobel de la Paz. Felizmente su autoproclama fue una pachotada y también felizmente no hay Premio Nobel del Ridículo.

Hablemos ahora del Perú donde el ridículo es parte de la normalidad y donde nadie aspira a un premio por ello. La crisis del Ministerio Público es una cosa bochornosa, en lo esencial porque no existe principio de autoridad y porque el Estado de Derecho está en permanente cuestión.

La Fiscal de la Nación relegada por la Junta Nacional Justicia desacata una resolución del órgano constitucional competente que ordenó restituir a Patricia Benavides como Fiscal Suprema y Fiscal de la Nación (en este caso por 18 días), en tanto declaró la nulidad de oficio del proceso de su destitución y el retorno al estado de cosas anterior. El Estado de Derecho se caracteriza por la sujeción a la Constitución y las leyes y por el respeto a las decisiones de las entidades competentes. Por tanto, nos guste o no, estamos sometidos a los mandatos de dichas entidades.

Uno puede discrepar de esas decisiones pero primero deben acatarse y luego objetarse por los canales legales establecidos. En eso consiste uno de los pilares de la democracia. Nadie puede decir: no acato y me amarro a mi posición. Repito: primero se acata el mandato del órgano competente y luego se recurre a las instancias de cuestionamiento correspondientes. Así lo han hecho todos hasta ahora. La pataleta de la señora Espinoza va en contra del Estado de Derecho. Si había necesidad de una aclaración eso debió haberse pedido de inmediato, caso contrario se consiente.

Sin embargo, detrás de este pleito hay un tema mayor y es qué es lo que se pretende ocultar (o escamotear). Es bastante evidente que lo de Odebrecht está en el telón de fondo. Y también lo de sus múltiples cómplices. Pero hay más, el Ministerio Público es el titular de la acción penal y es más permeable que una coladera vieja. La criminalidad organizada está de fiesta, cada fiscal puede hacer su sencillo.

La minería ilegal, igualmente, sigue de plácemes. Se extendió el REINFO hasta diciembre a pesar de las declaraciones del Ejecutivo que afirmaba que no iba haber ampliación indiscriminada. Nadie conoce cuáles son los límites que se habrá de imponer y eso significa que probablemente ninguno.

En este marco, vienen las elecciones generales. Y la oferta parece más de lo mismo. No aparece un potencial candidato que  marque la diferencia. Vizcarra sigue diciendo que será candidato y Antauro también, sabiendo que ya no pueden. Y ahora resulta que Juntos por el Perú propone al reo Pedro Castillo como opción. ¿Alguien recuerda que Juntos por el Perú votó por la vacancia del ex Presidente? ¿Alguien recuerda que Juntos por el Perú salvó, vía principalmente el congresista Reymundo, a Dina Boluarte de la acusación constitucional?