EL PODER DEL YO SOY EL QUE SOY
Gustavo Blanco Ocharan
La espiritualidad es anterior y superior que la religión. La religión es una creación humana, la espiritualidad es una manifestación divina.
El Yo Soy el que Soy es la más simple, pura y profunda presentación del Ser Esencial; es la manifestación espontánea de la naturaleza común que comparte la unidad con la totalidad; la partícula con el Todo; el individuo con el Universo, el ser humano con su Creador.
Además de ser la manera como la divinidad se presenta, “Yo Soy el que Soy”, confirma que la “imagen y semejanza” que compartimos con Dios es metafóricamente espiritual, por ello se dice que nadie ha visto el rostro de Dios; pero todos, de alguna u otra forma sentimos o intuimos su presencia; al margen de creer o no creer, como alguna vez lo ilustró el propio Albert Einstein a quien se le preguntó si creía en Dios, él con la agudeza propia de su estatura intelectual respondió “yo no creo en Dios; yo pienso en Dios” añadiendo que una creencia no se puede demostrar, un pensamiento sí; con alguna variante también aguda lo preciso Carl Jung respondiendo a la pregunta: ¿Usted cree en Dios? Jung respondió: “Yo no creo en Dios. Yo sé de Dios”.
La espiritualidad es anterior y superior que la religión. La religión es una creación humana, la espiritualidad es una manifestación divina.
Seamos creyentes, ateos o agnósticos, no se puede negar la participación de una entidad superior en toda la creación, para muchos esa es la revelación de Dios, cuya esencia y presencia es inmaterial, intangible, invisible pero a la vez omnipresente, omnisciente y omnipotente que fluye en todo lo manifestado y en lo no manifestado; de ahí que afirmamos que el mundo espiritual es insoslayablemente real.
El despertar de la conciencia sugiere que pasamos de una situación de sueño, de un estado onírico a otra etapa de conocimiento intuitivo que nos permite, sin pretender inventar algo nuevo, únicamente descubrir poco a poco lo que ya existe. Descubrir es quitar el velo, exponer a la luz, manifestar, revelar lo que ya ocupa un lugar.
Reconocer el componente espiritual pone toda nuestra existencia en un nivel superior de trascendencia; ya no somos seres temporales sino eternos; no vivimos con el afán de ganar o perder, sino de aprender; superamos todo apego, nos desprendemos de todo juicio de valor y afán de juzgar para exhibir nuestro poder persuasivo y compasivo; valoramos al prójimo como a un semejante; expandimos el amor hasta asimilarlo como sustancia pura, como semilla de vida.
Cambiar la perspectiva de lo que realmente somos, nos permite despojarnos de cualquier sombra de baja autoestima porque si bien somos una expresión biológica de nuestros padres, también somos una manifestación única del Universo; entonces podemos bien asimilar el poder del Yo soy el que Soy y declarar sostenidamente afirmaciones positivas que construyen la realidad que proyectamos y merecemos.
El principal mecanismo de adaptación que poseemos es el cerebro que puede programarse a partir de afirmaciones que construyan nuestros pensamientos y generen hábitos saludables que proyectan acciones constructivas y edificantes.
Es momento de reevaluar nuestras creencias y atrevernos a expandir nuestro nivel de consciencia para sembrar las semillas de la abundancia y la prosperidad ancladas en nuestras propias convicciones; que se inspiran en las afirmaciones poderosas del yo soy, algunas de las cuales pueden ser:
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Yo soy energía en evolución.
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Yo soy saludable y perfecto.
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Yo soy uno con el Todo.
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Yo soy la presencia divina en acción.
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Yo soy una fracción maravillosa y completa del Universo.
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Yo soy abundante y pleno.
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Yo soy luz y vida.
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Yo soy paz y prosperidad.
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Yo soy un portal de oportunidades.
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Yo soy sabiduría que aprende, comprende y comparte.
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Yo soy agradecido y aprecio cada detalle de mi maravillosa travesía
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Yo soy amor y perdón.
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Yo soy libre y autónomo.
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Yo soy un ser que fluye para trascender la materia, el tiempo, lo circunstancial, lo efímero y pasajero.
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Yo soy eterno.
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Yo soy el yo soy.
Si hacemos consciente nuestra naturaleza espiritual, comenzaremos a vivir desde el ser, al activar nuestro potencial pleno, disfrutaremos estados de conciencia mucho más elevados y profundos que van más allá de lograr metas y tener éxito, de tener riqueza y ser próspero; la espiritualidad nos enseña a cultivar nuestra esencia, equilibrar nuestros niveles energéticos, controlar la mente y las emociones y así comenzar a fluir en el espectro superior de la luz vibrando en armonía con los fractales portentosos del Universo al que pertenecemos.
California agosto 13, 2023.
YO SOY EL QUE SOY, YO SOY PAZ Y TRATO DE IRRADIARLA DIA A DIA A TODOS LOS QUE ME RODEAN.
Gracias.