Con motivo de la celebración del 49 aniversario de la gran gesta marroquí de la Marcha Verde, que ocurrió un 6 de noviembre de 1975, Su Majestad el Rey Mohammed VI pronunció, el miércoles, un discurso en el que abordó dos temas esenciales de primer orden para el monarca: la Cuestión del Sáhara marroquí y la racionalización de la gestión de los asuntos de la Comunidad marroquí en el extranjero.
El Rey de Marruecos destaca la realidad tangible del Sahara marroquí y anuncia un futuro prometedor para la Diáspora marroquí en el extranjero
En lo que respecta al asunto del Sáhara, el Rey enfatizó que Marruecos ha logrado, en defensa de su integridad territorial, establecer una realidad significativa y una verdad irreversible fundamentada en el derecho, la legalidad, el compromiso y la responsabilidad.
Se refirió especialmente al “afecto que sienten nuestros hijos en el Sáhara hacia su marroquidad y su apego a los valores sagrados de la nación”, subrayando los lazos históricos que unen a los habitantes del Sáhara con los Soberanos de Marruecos a través de la pleitesía.
Además, destacó el gran “progreso, la seguridad y la estabilidad”que imperan en el Sáhara marroquí, así como el “creciente reconocimiento internacional”de su marroquidad, acompañado de un amplio apoyo a la Iniciativa de Autonomía para resolver definitivamente el diferendo regional sobre el Sahara.
Sin embargo, el Soberano también lamentó la existencia de un “mundo” que vive todavía en el espejismo y la ilusión, aferrándose a tesis obsoletas, y que continúa exigiendo un referéndum, a pesar de que ha sido descartado y enterrado definitivamente por las Naciones Unidas y resulta, por si fuera poco, imposible e irrealizable.
En este contexto, señaló el monarca que éstos que defienden esta obsoleta tesis se niegan al mismo tiempo a proceder a un censo de la población retenida, a la fuerza, en los campamentos de Tinduf, en Argelia, tomándola como rehenes, en pésimas condiciones de desprecio y humillación, negándoles el más mínimo derecho.
El Rey también mencionó que ciertos actores buscan aprovechar la Cuestión del Sáhara como medio para obtener acceso al Océano Atlántico. “A esos respondemos que no nos oponemos; Marruecos propuso una Iniciativa internacional para facilitar dicho acceso a los países del Sahel, en un marco de asociación y desarrollo colectivo”, en clara alusión a la prometedora Iniciativa Atlántica lanzada por Su Majestad para garantizar el desarrollo y la integración de toda la fachada atlántica del continente africano.
También advirtió sobre quienes utilizan el tema del Sáhara para ocultar sus problemas internos o los que desvían los aspectos legales para conseguir fines políticos estrechos. “A estos les aclaramos que los compromisos legales de Marruecos nunca comprometerán su integridad territorial y su soberanía nacional”, reiteró el Soberano.
ha llegado el momento para que la ONU reconozca ya la gran diferencia que existe entre la realidad y la legalidad representadas, fehacientemente, por Marruecos en su Sáhara,
Cabe recalcar que, es en este contexto, que el monarca marroquí lanzó un llamado a las Naciones Unidas para que asuman, una vez por todas, su responsabilidad, resaltando que ha llegado el momento para que la ONU reconozca ya la gran diferencia que existe entre la realidad y la legalidad representadas, fehacientemente, por Marruecos en su Sáhara, contrastando con aquellos que permanecen en su mundo petrificado y cerrado, inconscientes de la evolución del asunto del Sahara sobre el terreno.
Por último, el Rey recordó los sacrificios realizados por la generación de la Marcha Verde destacando la importancia de asegurar que los beneficios del desarrollo y el progreso alcancen a todos los ciudadanos, sin excepción, en los cuatro rincones del Reino.
Por otra parte, y en lo que se refiere al asunto de la Comunidad marroquí establecida fuera del país, el Rey Mohammed VI anunció una reestructuración en la gestión de los asuntos de esta Diáspora, con el objetivo de mejorar su conexión con Marruecos.
En este marco, destacó la creación de dos instituciones clave: el Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero, que deberá funcionar como un órgano representativo, y la Fundación Mohammadía para los marroquíes residentes en el extranjero, que coordinará políticas públicas y reunirá competencias actualmente dispersas, subrayando la importancia de simplificar y digitalizar los procedimientos administrativos para promover las inversiones de esta comunidad, que no escatima ningún esfuerzo para defender los valores nacionales y el desarrollo de Marruecos.