OPINIÓN/ Canon Minero 2025: Un llamado a la responsabilidad y transparencia en Arequipa

Escribe: Julio Cáceres Arce

Presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa

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La minería puede seguir siendo un motor del desarrollo regional si se toman decisiones acertadas y se priorizan las necesidades reales de nuestra población

La reciente transferencia de más de 406 millones de soles por concepto de adelanto de canon minero 2025 a la región Arequipa es una oportunidad dorada que no debe ser desperdiciada. Este incremento significativo de recursos, que supera en 105 millones de soles lo recibido en el año anterior, plantea un desafío y una responsabilidad para las autoridades municipales y regionales. Es imperativo que estos fondos sean utilizados de manera adecuada y eficiente, priorizando obras que realmente ayuden a cerrar las brechas sociales que persisten en nuestra región.

La minería fue un pilar fundamental en el desarrollo económico de Arequipa y del sur del país. Genera empleo, impulsa la inversión y contribuye significativamente al Producto Bruto Interno (PBI) regional. Según datos del Ministerio de Energía y Minas, Arequipa lidera el sector minero nacional con más de 33,000 empleos directos, representando el 13.7% del total del empleo minero en el país. Sin embargo, a pesar de estas cifras alentadoras, es innegable que las comunidades locales aún enfrentan desafíos significativos en términos de infraestructura, salud y educación.

El canon minero es una herramienta crucial para financiar proyectos que pueden transformar la calidad de vida de los ciudadanos. Desde la construcción de escuelas hasta la mejora de servicios básicos como agua potable y saneamiento, estos recursos tienen el potencial de generar un impacto positivo duradero. Sin embargo, la historia reciente nos mostró que no siempre se usó responsablemente estos fondos. En años anteriores, fuimos testigos de casos de corrupción y mala gestión que llevaron a la frustración y desconfianza entre la población, peor que algunas exautoridades tengan que responder a la justicia por sus malas acciones.

Las municipalidades provinciales y distritales deben asumir su rol con seriedad. La transferencia del canon minero no es solo un ingreso adicional; es una responsabilidad que implica rendir cuentas a la ciudadanía. Las autoridades deben garantizar que cada sol invertido se traduzca en beneficios tangibles para las comunidades. Esto requiere una planificación adecuada, transparencia en la ejecución de proyectos y mecanismos efectivos para supervisar el uso de los recursos.

Es preocupante observar que, a pesar del aumento en las transferencias por canon minero, las tasas de ejecución presupuestaria siguen siendo insuficientes. En el cierre del ejercicio fiscal anterior, muchas municipalidades no lograron ejecutar el 100% de los fondos recibidos. Esta situación no solo refleja una incapacidad administrativa, sino también una falta de compromiso con las necesidades reales de la población.

La importancia del canon minero va más allá del ámbito económico

Además, es esencial que se establezcan mecanismos claros para prevenir actos de corrupción. La creación de comités ciudadanos o plataformas de vigilancia puede ser una estrategia efectiva para asegurar que los recursos sean utilizados adecuadamente. La participación activa de la sociedad civil en la supervisión del gasto público puede ayudar a fomentar la transparencia y a restaurar la confianza en las instituciones.

La importancia del canon minero va más allá del ámbito económico; tiene implicaciones sociales profundas. La minería fue históricamente vista como una actividad extractiva que beneficia a unos pocos mientras deja a muchos atrás. Sin embargo, si se gestiona correctamente, puede ser un motor para el desarrollo inclusivo. Las inversiones realizadas con estos recursos deben estar orientadas a mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad.

En este sentido, invito a las autoridades municipales y regionales a reflexionar sobre su papel como gestores públicos. La llegada del canon minero 2025 por adelanto es una oportunidad única para demostrar su compromiso con el desarrollo sostenible y equitativo de Arequipa. No podemos permitir que esta oportunidad se pierda debido a decisiones equivocadas o prácticas corruptas.

Finalmente, el canon minero 2025 representa tanto un desafío como una oportunidad para Arequipa. Es hora de exigir responsabilidad y transparencia en el uso de estos recursos. La minería puede seguir siendo un motor del desarrollo regional si se toman decisiones acertadas y se priorizan las necesidades reales de nuestra población. Las autoridades tienen la palabra; su gestión determinará si realmente estamos construyendo un futuro mejor para todos los arequipeños o si simplemente repetiremos los errores del pasado.