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OPINIÓN/ Perú: Un Estado acéfalo

Escribe: Aldo Lorenzzi Bolaños

se plantean dos escenarios: que la clase política aúne esfuerzos y la derecha peruana construya una candidatura única, exceptuando a líderes mercantilistas

Los problemas en el país siguen avanzando y no parece haber forma de cambiar esta situación. La incapacidad de las autoridades ha generado que los ciudadanos hayamos perdido la confianza en el Estado, más que en el gobierno. Desde hace años se vive en un estado acéfalo, sin una mínima comprensión de la realidad y con la creencia de que el negacionismo es la mejor estrategia para llegar al 2026.

Sin embargo, esta estrategia podría volverse en su contra, ya que cada día aumentan los problemas y las crisis sociales, además de la migración, que ha generado actos delictivos en todo el país.

La delincuencia se ha normalizado y la informalidad comienza a convertirse en algo endémico.

Se requiere una actitud más proactiva en la búsqueda de soluciones concretas. El diseño de políticas de Estado y de propuestas legislativas ya no es suficiente. Ahora son necesarias estrategias dinámicas y adaptadas al constante cambio de las situaciones y conflictos que surgen día a día.

Ya otros países están radicalizando sus políticas contra el crimen organizado. Es hora de que el Perú haga lo mismo, porque ya se empiezan a sentir las consecuencias y el impacto de las decisiones equivocadas del gobierno.

La plataforma global Numbeo ha colocado al Perú como el décimo país más inseguro del mundo. Me pregunto si esto no tendrá un efecto negativo en las inversiones o en la percepción de los países que recomiendan a sus ciudadanos destinos turísticos. Esto afectará definitivamente el crecimiento económico del 2025, y si no se toman medidas específicas, podría afectar los años siguientes.

Entonces, ¿qué nos espera en los próximos años con un Estado que no tiene ni la más mínima intención de solucionar los problemas del país?

Por parte del actual gobierno, parece que su única intención es llegar como sea al próximo año. Después, se plantean dos escenarios: que la clase política aúne esfuerzos y la derecha peruana construya una candidatura única, exceptuando a líderes mercantilistas con ambiciones de poder ya conocidas.

Esta opción sí nos permitiría mejorar la viabilidad del país. De lo contrario, seguiríamos en el camino de la polarización, permitiendo que la izquierda aproveche esta coyuntura y se mantenga cinco años más en lo mismo. Sin embargo, actualmente la izquierda en Perú y en la región ha perdido peso, tiene una imagen desgastada y ya no cuenta con los apoyos económicos de antes.

Esperemos que en el 2026 podamos ver la luz al final del túnel, pero todo dependerá de este 2025. Estaremos atentos, observando la dinámica política, ya que en nuestro país, todo puede pasar.

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