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OPINIÓN/ La revolución energética renovable de Arequipa

Por Julio Cáceres Arce

La CCIA está plenamente comprometida a apoyar esta transición y a garantizar que Arequipa se convierta en un modelo de desarrollo sostenible

Arequipa se encuentra en el umbral de una revolución energética al tener una oportunidad única de transformar la región y comunidades vecinas de un consumidor de energía tradicional a un productor de energía limpia y renovable. Esto no es meramente una consideración ambiental; es un imperativo económico que exige acción inmediata.

La Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA) está totalmente comprometida a liderar esta transformación, fomentando el diálogo, las inversiones y las colaboraciones necesarias para asegurar la posición de Arequipa como líder en energía sostenible.

Hace 10 meses la CCIA promovió, junto el Gobierno Regional, el foro “Arequipa destino y proveedor mundial de energías limpias y bajas en carbono”, oportunidad en la cual fueron identificados 15 proyectos, entre ellos ocho de centrales solares fotovoltaicas, que convertirán a la zona en una potencia de este rubro a nivel nacional y de esta parte del continente, además de representar una inversión superior a los 5 billones de dólares, monto nunca antes visto en la región.

Lo bueno es que ya varios de ellos están en ejecución e incluso, pronto una empresa privada inaugurará su propia planta que generará 31.05 MW a un costó de casi US$ 30 millones, aparte de aquellos proyectos ubicados en zonas como La Joya, Mollendo y Mariano Nicolás-Ocoña, tal como da cuenta el Ministerio de Energía y Minas.

Es importante reflexionar y precisar que, durante demasiado tiempo, hemos dependido de fuentes de energía que contribuyen al cambio climático y nos dejan vulnerables a los volátiles mercados globales.

Sin embargo, Arequipa tiene la suerte de contar con abundancia de recursos solares y eólicos, teniendo la capacidad de generar de 1000 a 1500 vatios por kilómetro cuadrado para instalaciones de paneles fotovoltaicos, superando a muchos otros países. Estos conceptos fueron refrescados hace poco en un conversatorio por técnicos de una empresa que llega a la ciudad para promover la energía fotovoltaica.

Además, también existe un alto potencial para la energía geotérmica y esta cartera diversificada de energía renovable puede proporcionar un suministro estable y confiable para nuestra región. Para aprovechar este potencial, Arequipa está tomando medidas para adoptar energías renovables.

A ello se suma el proyecto Charcani VII, con una inversión de US$61,5 millones, que ejemplifica el tipo de proyectos transformadores que debemos priorizar.

La CCIA reconoce la importancia de estas iniciativas y promueve activamente las inversiones en energía renovable a través de foros y debates de expertos, por ello el camino a seguir es con acciones concretas para un mejor futuro.

Si bien estos avances son alentadores, debemos acelerar nuestros esfuerzos para aprovechar al máximo el potencial de energía renovable de Arequipa, teniendo en cuenta acciones clave y esenciales, como:

CCIA: 8 de 15 de proyectos de generación renovable en Arequipa en plena ejecución - Perú Energía

Agilizar las aprobaciones de proyectos y facilitando los permisos necesarios, eliminando obstáculos burocráticos innecesarios que retrasan el progreso.

Todo ello debe ir acompañado del incentivo de la inversión, creando un entorno propicio para las empresas mediante diversas facilidades fiscales y otros mecanismos financieros.
Además, es indispensable desarrollar la modernización de la infraestructura, como son nuestras líneas de transmisión, recordando que es indispensable y crucial contar con una red adecuada para distribuir eficientemente la energía renovable en la región.

Finalmente, dentro de todo este proceso, se requiere promover la educación pública para que nuestros ciudadanos se enteren sobre los numerosos beneficios de la energía renovable, fomentando el apoyo de la comunidad a las iniciativas de energía sostenible.

La CCIA está plenamente comprometida a apoyar esta transición y a garantizar que Arequipa se convierta en un modelo de desarrollo sostenible, pero para ello es importante el rol y compromiso articulado de las autoridades regionales, inversores privados, organizaciones comunitarias y ciudadanos a trabajar juntos para lograr este objetivo compartido.

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