Con alrededor de tres cuartas partes de los estadounidenses apoyando los créditos fiscales, este tema plantea problemas políticos muy reales para los republicanos. Una encuesta reciente del Pew Research Center también mostró que la salud es el peor tema para el Partido Republicano entre una docena evaluados, con un 42 % a favor del enfoque del Partido Demócrata, en comparación con solo un 29 % para los republicanos.

Miren, sin ir más lejos, a la representante Marjorie Taylor Greene de Georgia suplicando a su partido que renueve estos créditos fiscales. O el memorando de julio redactado por el propio encuestador de Trump, Tony Fabrizio, argumentando que dejar expirar los subsidios podría significar un desastre político para los republicanos en las elecciones de medio término. Este cierre de Gobierno récord podía poner de relieve la elección que los republicanos están a punto de hacer.

Al votar a favor de un acuerdo que no extiende los subsidios y, por lo tanto, permite que las primas se disparen para millones de estadounidenses, los republicanos habrán dejado aún más claro que esto es por lo que lucharon tanto. Quedarán registrados en el tema de una manera aún más contundente cuando el Senado realice una votación separada sobre los subsidios.

Si esa medida llegara a aprobarse de alguna manera, podría presionar al presidente de la Cámara, Mike Johnson, para que permita una votación en la Cámara también.

(Johnson no respondió preguntas en una conferencia de prensa el lunes por la mañana, pero previamente se ha negado a prometer tal votación, como lo ha prometido el líder de la mayoría del Senado, John Thune).

Si bien los demócratas quieren que estos créditos fiscales se extiendan desde el punto de vista de la política pública, se podría argumentar que lo mejor para ellos, desde una perspectiva puramente política, es que los republicanos los rechacen —y que los votantes lo recuerden en 2026.

Los republicanos ya están teniendo que explicar los importantes recortes a Medicaid en el gran proyecto de ley de la agenda de Trump durante el verano. Y a diferencia de esos recortes, que se retrasan hasta después de las elecciones de mitad de mandato de 2026, estos aumentos de primas entrarán en vigor rápidamente.

Por lo menos, los demócratas han seguido fertilizando un argumento político potente sobre un tema negativo para el Partido Republicano.

6. ¿Los cierres de Gobierno realmente pueden funcionar?

El exlíder republicano del Senado, Mitch McConnell, suele decir que los cierres de Gobierno simplemente no funcionan. Dijo en 2023 que “nunca han producido un cambio de política y siempre han sido una derrota para los republicanos, políticamente”.


Mitch McConnel anuncia su retiro tras más de 40 años de carrera

Mitch McConnell


Este cierre debería desafiar esa idea convencional.

No, los demócratas no obtuvieron todo, ni siquiera la mayoría de lo que querían. Pero su capacidad para ganar en gran medida el juego de la culpa sugiere que futuros cierres podrían aprovecharse con éxito, si el partido que los provoca juega bien sus cartas.

El gran problema con las estrategias de cierre de los republicanos en la última década parecía ser que las cosas por las que cerraban el Gobierno —eliminar los fondos para Obamacare y construir un muro fronterizo— simplemente no eran tan populares.

Los demócratas demostraron que si presionas por algo que suficiente gente apoya, podrías tener una oportunidad.


TOMADO DE: https://cnnespanol.cnn.com/2025/11/10/eeuu/conclusiones-acuerdo-cierre-gobierno-trax