EL PROCESO DE ALIANZA LIMA
Por Wladimir González Rojas.
Hace pocos años un grupo de empresarios peruanos ligados sentimentalmente a la institución aliancista decidieron comprar la deuda de Alianza ante la SUNAT para iniciar una gestión moderna, más eficiente, más eficaz.
A quienes conforman este grupo se les conoce como el Fondo Blanquiazul, que (si bien es cierto pone el dinero), lo hace considerando que la gestión depende de los estamentos de administración y la comisión técnica deportiva que conducen la marcha de la institución.
Interés, pasión por el fútbol y por Alianza Lima y un gran compromiso, son la energía que requiere desarrollar un conjunto de acciones y planeamiento estratégico- en lo económico y en lo deportivo- para lograr metas y objetivos en el corto, mediano y largo plazo.
Luego de una etapa previa con pago de derecho de piso incluido se van obteniendo algunos resultados positivos dentro de ello la obtención de dos títulos nacionales de fútbol de manera consecutiva con el primer equipo así como otros más.
La gran hinchada blanquiazul refrenda la labor dirigencial con su presencia masiva, multitudinaria, en el estadio Alejandro Villanueva en el barrio de Matute en La Victoria, lo que ha significado ingentes ingresos económicos por taquilla a las arcas del club.
Este año, con algunos nombres referentes de buen fútbol, el equipo va bien en el torneo local y afronta con mejor expectativa en la Copa Conmebol Libertadores, que en esta edición en tres partidos cuenta con un empate, una victoria y una derrota.
Ni para hacer alarde de suficiencia ni para sentirse mal por un traspiés que estaba en el presupuesto de resultados en este grupo “G” de la Conmebol Libertadores. Que el entusiasmo no desborde a nadie que se precie de hincha o simpatizante, como para pensar que el equipo actual ya está para grandes logros internacionales.
Este proceso es ir año tras año mejorando las contrataciones para que, en algún momento, se cuente un equipo suficientemente afiatado en todas sus líneas y aspirar a ganar un título internacional.
No se puede desconocer que tentar un título internacional implica inversiones millonarias como lo hacen los equipos de todo el mundo para ganar títulos y trofeos importantes; todavía estamos algo lejos de dichas inversiones.
Quiero terminar este comentario diciendo que es necesario que así como sucede en Alianza Lima, también haya iniciativas de este tipo en otros clubes capitalinos como Universitario y Cristal así como también en los principales equipos de provincias para lograr que el fútbol peruano encuentre un nivel de competencia a la altura de los grandes de Sudamérica y solo así será posible que, alguno de ellos algún día no muy lejano, traigan la alegría a nuestro país con un título y una copa continental.